El Diablo, un criminal que tiene su infierno en Campo Valdés

2001

Por Luis Fernando Quijano Moreno

En la madrugada del de 4 de septiembre de 2016 fue capturado en el barrio El Pesebre, de la comuna 13, William Alberto Duque, alias El Diablo, uno de los lugartenientes de Carlos Pesebre, jefe de Los Pesebreros, quien actualmente purga una condena de 36 años de cárcel. El Diablo ya había sido capturado en 2007 por fabricación, tráfico o porte de estupefacientes.

Cuando se captura un personaje con el remoquete que tiene William Alberto Duque se pensaría que es el único en la ciudad, pero no es así, desde hace años otro personaje con alias el Diablo tiene sumido en un infierno a los habitantes de un sector del barrio Campo Valdés N.° 1 en la comuna 4 de Medellín.

Este otro Diablo desarrolla toda su actividad criminal entre la calle 86 y las carreras 46A y 48A, —colindante al conocido barrio Chino—. El personaje mide aproximadamente 1.65 de estatura, es trigueño, delgado, generalmente utiliza gorra y tiene su arraigo familiar en la carrera 47 con la calle 86.

La línea roja demarca la zona donde opera El Diablo de Campo Valdés. Imagen entregada por víctimas del presunto criminal.

Entre sus actividades criminales más usuales estaría el cobro de la vacuna (extorsión) —el que no paga es desplazado forzadamente en forma inmediata—. Según víctimas de este criminal, la Policía cuenta con varios informes que dan cuenta de sus actuaciones, pero como suele suceder en la ciudad metropolitana de Medellín, el miedo no permite la formalización de las denuncias ante la Fiscalía General de la Nación.  “La gente cree que este criminal se dará cuenta de quiénes lo denunciaron”, afirma una de sus víctimas.

“Imagínense ustedes que este sujeto cuando está de malgenio amenaza y golpea a las personas sin razón alguna, además utiliza armas de fuego para demostrar su capacidad de delinquir, lo triste de esto es que la policía que cuida, si eso se puede llamar así, sabe de las andanzas del Diablo pero no les importa, pareciera que les pagara él y no el dinero de los contribuyentes a estos agentes del orden”, concluye otra de sus víctimas.

Según testigos presenciales de las actividades del mencionado criminal a no pocas personas les ha hurtado sus lotes haciéndose pasar por el dueño de los predios que posteriormente los vende a terceros, quienes compran al parecer de buena fe sin saber que podrían engrosar la lista de sus víctimas.

El Diablo ha tenido la desfachatez de construir un apartamento con material prefabricado en la mitad de la calle 48, posteriormente lo demolió, luego se trasladó a otro lote del que también se adueñó violentamente y allí estaría construyendo su nueva vivienda.

 

 

 

 

 

El punto rojo señala el sitio exacto donde El Diablo construyó su vivienda. Imagen entregada por víctimas del presunto criminal.

Las andanzas del Diablo no son nuevas, hace tres años un líder barrial adquirió legalmente unos predios en el sector, aproximadamente 10 lotes, comprándoselos a la familia CO; alias el Diablo lo obligó a pagarle por cada lote adquirido y vendido $7.000.000 a cambio de no atentar contra su vida y la de sus familiares. Los lotes estarían ubicados entre la carrera 48 y 48A con la calle 86, dirección norte.

Después de que los lotes fueron entregados a los nuevos poseedores, les vendió la adquisición de los servicios públicos de contrabando a $800.000 pesos, suma que la gente se vio obligada a pagar o tendrían que abandonar la zona y, obviamente, perder los predios. “La gente quería organizar las cosas con EPM, pero las amenazas del Diablo no lo permitieron, tenían que tener los servicios públicos de manera fraudulenta, tocó callar y pagar”, anota una de las la fuentes denunciantes.

Algunas personas del sector le reclamaron ingenuamente al Diablo por haber construido su vivienda en la mitad de la calle 48, inmediatamente fueron amenazadas, algunas prefirieron irse para no morir, otras en cambio se silenciaron, ya que por ese sector el Diablo pareciera tener más poder que los cuadrantes de la policía. 

Los puntos rojos señalan algunos de los sitios donde tiene sus actividades criminales El Diablo. Imagen entregada por víctimas del presunto criminal.

Este criminal está encargado de esa zona del barrio Campo Valdés, recibe grandes cantidades de dinero, lo que posibilita poder movilizarse en motos de alto cilindraje, carros de gama alta y media, todo un patrón de barrio que tiene protección oficial.

Además de robarse los lotes de la zona y luego venderlos y volver a revenderlos y ser el prestador de los servicios públicos, cobra por cada construcción nueva que se haga o adecuaciones a las viviendas, al mejor estilo de la Oficina del Doce de Octubre en el Asentamiento Nuevo Jerusalén (finca El Cortado) o la vereda Granizal manejada por los criminales de la Oficina de San Pablo en Medellín o la banda Pachelly, Niquía-Camacol, Los Chatas, todos estos en Bello, Antioquia.

IMAGEN DEL ASENTAMIENTO NUEVO JERUSALÉN EN LA FINCA EL CORTADO, tomado por la Oficina del Doce de Octubre.

El Diablo también tiene plazas de vicio donde se vende estupefacientes indiscriminadamente a menores de edad y en general a todo el que consuma. Estaría ubicada en la esquina de la calle 47 con la calle 86.

Pero no solo son esas las actividades criminales que el Diablo controla y ejecuta, también vacuna a los habitantes de la zona de influencia y ejerce el reclutamiento forzado de menores de edad para que realicen actividades de vigilancia, inteligencia, venta de drogas, sicariato, transporte de armas, entre otras cosas.

Este personaje ya purgó una condena de cuatro años en centro penitenciario y al igual que William Alberto Duque, el otro Diablo, salió para seguir delinquiendo ante la mirada cómplice de quienes desde la institucionalidad creen que proteger criminales es un buen negocio sin importar las consecuencias que eso traiga.

El chiste cruel es que el Diablo incluso ha enfrentado a miembros de la policía con amenazas directas. Extrañamente habría logrado el traslado de algunos de los uniformados que se oponen a su accionar, varios de ellos trataron de hacerle cerrar el lavadero ilegal que tenía y que actualmente está cerrado.

La forma de actuar del Diablo parece calcada de Bello, donde uniformado que se oponga al cogobierno criminal es amenazado, comprado, sometido o trasladado inmediatamente. La razón para que sean idénticos los modelos criminales es una sola: el Diablo pertenece a la estructura de La Terraza, conocida también como Los Hijos de la Oficina o Línea Douglas; el jefe de este criminal es alias Yordi, quien se encuentra recluido en centro carcelario.

Juan Pablo Taborda, alias «Yordi» uno de los jefes de la Línea Douglas. Imagen El Colombiano.

Apunte Urbano

Un helicóptero se compró, se fortaleció la tecnología en Medellín, hay buen trabajo en equipo entre Alcaldía, Policía, Fiscalía y Ejército, se capturan fleteros y algunos jefes gatilleros del crimen urbano, pero se siente que todavía falta, bueno sería ver esa tenacidad del alcalde Federico Gutiérrez, al igual que del brigadier general Gómez Heredia y Claudia Carrasquilla en desmantelar organizaciones criminales como la del Diablo. Sería un importante golpe contra La Terraza, sin olvidar que desmantelar no solo es capturar, decomisar o controlar. Espero que el alcalde entienda el mensaje, la lucha contra el crimen va más allá de capturar objetivos de alto valor o en su defecto ladrones que salen en videos en las redes sociales.  

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