En suma, el Clan del Golfo, a través de Los Pachelly, estaría controlando la vía que comunica a Bello con San Félix, zona que es poco custodiada por las autoridades y que resulta clave para el tráfico de mercancía ilegal y criminal, con enlaces con los otras Odín que tienen presencia en los demás municipios del área metropolitana de Medellín.
El prontuario del Zarco inició hace cerca de dieciocho años en el Bloque Elmer Cárdenas de las AUC, mutando rápidamente, luego de la desmovilización de 2006 y 2007, a las recién creadas bandas criminales, integradas por desmovilizados reincidentes en el crimen, y que se conocen hoy como Clan del Golfo.
«Dígale a esa gonorrea de [nombre reservado] que siga chimbiando en ese Facebook y se va a hacer matar, y de paso va a hacer matar a los hijos y a usted… ya sabemos dónde viven, dónde estudian y dónde entrena patinaje la hija…».
Es de resaltar que, a partir del conflicto territorial mencionado, se han exacerbado, de un lado el regionalismo antioqueño y del otro, la animadversión de una parte de la población nacional hacia nosotros los denominados “paisas”, situación mucho más visible en las redes sociales, que dicho sea de paso, se han convertido en el desfogue de las peores pasiones del ser humano.
En el Nordeste, en los municipios de Remedios y Segovia, de acuerdo con algunas fuentes, se viven intensas protestas por parte de mineros que las autoridades consideran «ilegales». Se calcula que entre los dos municipios puede haber más de 120.000 mineros, que con su núcleo familiar podría considerarse en más de 200.000 pobladores que no ven una solución viable a la crisis.