- Se identificaron el Buteo platypterus o Gavilán aliancho, Catharus ustulatus o Zorzalito de Swainson, Mniotilta varia o Cebrita rayada, entre otras.
- Estas especies llegaron en octubre en la migración boreal desde el norte en su desplazamiento al sur del planeta.
- Estos avistamientos ratifican la importancia de conservar las áreas protegidas para las aves migratorias que visitan la ciudad anualmente.
Medellín, 14 noviembre de 2022- Durante las pajareadas realizadas por la Administración Distrital, fueron avistadas 14 aves migratorias en el Parque Natural Regional Metropolitano Cerro El Volador, que llegaron a la ciudad en octubre en la migración boreal desde el norte en su desplazamiento al sur del planeta, en busca de mejores condiciones climáticas y mayor disponibilidad de alimento durante los meses de invierno.
Muchas de estas aves se quedan largos periodos en los ecosistemas estratégicos de la ciudad y algunas de forma definitiva.
“La conservación y protección de las reservas naturales y los ecosistemas estratégicos que adelanta la Administración Distrital en la consolidación de Medellín como una ecociudad, permite que diferentes especies encuentren las condiciones adecuadas para su hábitat natural, como en este caso las aves migratorias que en sus desplazamientos, buscando condiciones climáticas adecuadas y bosques naturales, encuentran en Medellín una muy buena opción. Las aves migratorias no solo son simples visitantes, sino que cumplen roles específicos en los ecosistemas que ocupan durante la migración. Su presencia muestra buenas prácticas de conservación en componentes de hábitat y alimentación en las zonas de reserva y ecosistemas estratégicos de la ciudad”, indicó la subsecretaria de Recursos Naturales Renovables, Lina Marcela Rendón.
Las aves migratorias avistadas son el Buteo platypterus o Gavilán aliancho, Catharus ustulatus o Zorzalito de Swainson, Mniotilta varia o Cebrita rayada, Myiarchus crinitus o Atrapamoscas copetón, Parkesia noveboracensis o Reinita de humedales, Piranga roja, Setophaga castanea o Reinita castaña, Setophaga petechia o Reinita dorada, Tyrannus tyrannus también conocido como Sirirí norteño, Vireo flavifrons o Verderon cariamarillo y Vireo olivaceus o Verderón ojirrojo.
Estas especies son altamente sensibles a la actividad humana y se afectan por la pérdida de hábitat, la caza y el cambio climático. Además, los edificios, el ruido, el desgaste de lagos y bosques y la contaminación lumínica desorientan a estos animales. Por esto se debe evitar el uso de reflectores en espacios abiertos y de pesticidas.
Estos avistamientos ratifican el compromiso de la Administración Distrital con la consolidación de Medellín como una ecociudad con la protección de los ecosistemas estratégicos. La Secretaría de Medio Ambiente, con un equipo de 34 guardacuencas, adelanta acciones de control y vigilancia, mantenimiento y monitoreo de la biodiversidad en 2.746 hectáreas de reservas naturales y en 814 hectáreas del Refugio de Vida Silvestre Alto de San Miguel.
“Hoy quiero invitar a la ciudadanía a que no perturbe estos espacios, estas reservas naturales para que sigan siendo el hábitat de las especies que venimos avistando y que podamos seguir obteniendo estos hermosos registros en el valle de aburrá”, expresó la bióloga Natalia Yepes Arcila.
Desde la Secretaría de Medio Ambiente se hace un llamado a la comunidad para evitar la caza de estas aves que anualmente llegan al país, ya que esta acción impacta gravemente los recorridos mundiales de estas especies y los ciclos ecológicos que representan sus migraciones a lo largo del continente.
Estas especies prestan varios servicios ecosistémicos para el ser humano y la vida del planeta, como la regeneración de los bosques por la dispersión de semillas y con ello la regulación para la disponibilidad de agua. Adicionalmente, tienen un efecto directo como controladores de poblaciones como ratones e insectos y contribuyen con la polinización de las flores para la fructificación de plantas y árboles.