Unas 32.000 personas siguen sin hogar casi tres meses después del devastador terremoto que causó 51 muertos y alrededor de un millar de heridos en Albania, informó hoy la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR).
La Federación añadió que unas 10.000 personas aún viven en carpas de invierno en las zonas rurales del centro del país, mientras que otras han sido acogidas en casas de familiares o han podido alquilar apartamentos.
Según las autoridades, más de 11.500 casas sufrieron daños que no pueden repararse y al menos otras 84.000 necesitan arreglos significativos.
Unas 222.000 personas se vieron afectadas por el terremoto de magnitud 6,4 en la escala de Richter del 26 de noviembre, que dañó también escuelas, centros sanitarios y monumentos culturales.
Gracias a un llamamiento a la acción, la FICR recolectó 5,1 millones de francos suizos (más de 4,8 millones de euros), un fondo destinado a un programa de asistencia en efectivo que ayudará a las comunidades a ser más resilientes ante futuros desastres.
Unas 1.100 familias albanesas -escogidas entre las más afectadas y pobres- recibirán gracias a este fondo unos 115 euros mensuales en forma de subvención por un período de cinco meses.
«Estamos agradecidos por toda la ayuda de la familia de la Cruz Roja y la Media Luna Roja y más allá. Este llamamiento nos permitirá ayudar directamente a 10.000 de las personas más vulnerables y a 50.000 personas en total, a través de actividades basadas en la comunidad durante un período de 12 meses», afirmó el secretario general de la Cruz Roja Albanesa, Artur Katuci.
Hasta ahora la Cruz Roja ha apoyado a más de 25.000 personas.
Albania espera recuperar los daños del terremoto, valorados por el Gobierno en más de mil millones de euros, en la conferencia internacional de donantes que se celebrará el 17 de febrero en Bruselas.
El Banco Mundial ha estimado una ralentización del crecimiento del Producto Interior Bruto del 3,5 % al 3,2 % en 2020 debido a los efectos negativos del terremoto en la economía albanesa.
EFE
