Nueva York, 16 octubre.- El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, celebró hoy el intercambio de 1.000 prisioneros que realizaron entre ayer y hoy los rebeldes chiíes hutíes y el Gobierno yemení, reconocido internacionalmente como el mayor canje en los más de cinco años de conflicto.
«Es un paso importante en la aplicación del Acuerdo de Estocolmo y el mayor canje de prisioneros desde el comienzo del conflicto. Es una prueba de que se pueden lograr importantes avances a través del diálogo y el compromiso», dijo Guterres citado por su portavoz Stephane Dujarric.
Asimismo, el secretario general de la ONU instó a las partes a que continúen trabajando con el enviado especial de la organización internacional para el Yemen, Martin Griffiths, «de buena fe y sin condiciones previas, para concluir la Declaración Conjunta, consistente en un alto el fuego en todo el territorio, medidas económicas y humanitarias y la reanudación de un proceso político inclusivo e integral para poner fin a la guerra».
Un total de 1.056 prisioneros han salido en libertad y han sido trasladados en 11 aviones desde y hacia cinco ciudades diferentes dentro y fuera del Yemen como parte de este acuerdo, pactado hace más de dos semanas en Suiza con el compromiso de liberar a 1.081 detenidos.
Por su parte, los países del Consejo de Seguridad de la ONU » instaron a las partes a respaldar urgentemente y sin demora las propuestas de la Declaración Conjunta facilitadas por las Naciones Unidas para lograr una paz inclusiva y sostenible».
Los quince países del principal órgano legislativo de la ONU destacaron también la necesidad de «un acuerdo urgente sobre la Declaración Conjunta para permitir la negociación de un acuerdo transitorio integral para poner fin al conflicto donde el poder se comparta entre los diversos componentes políticos y sociales» y «pidieron la rápida reanudación de las conversaciones entre las partes».
Además, mostraron su preocupación por la situación de hambruna en el país y reiteraron a las partes «la necesidad de que cumplan sus obligaciones con la ley humanitaria, incluido el acceso de la ayuda humanitaria y la protección de las instalaciones civiles y los ciudadanos, así como del personal humanitario y sus centros de trabajo».
EFE