Para avanzar en el propósito de cerrar brechas de desigualdad y facilitar el acceso de las mujeres al trabajo durante la pandemia, la Secretaría de las Mujeres y la Secretaría de Desarrollo Económico de Medellín crearán una ruta de empleabilidad, para lo cual contarán con asesoría técnica de ONU Mujeres.
“Este es otro ejemplo de las potencialidades de la transversalización del enfoque de género y de las potencialidades del trabajo articulado en la Alcaldía de Medellín y con organismos internacionales. Las mujeres se han visto más afectadas en asuntos de empleo durante la pandemia y para ello construiremos esta ruta, como una acción que aporte a su autonomía económica y al goce efectivo de sus derechos”, dijo la secretaria de las Mujeres, Juliana Martínez Londoño.
En el primer trimestre de 2020, la ciudad pasó de una tasa de desempleo del 12,6 % a 25,2 % en el segundo, es decir, en la fase más dura del confinamiento. En hombres fue del 24 % y para las mujeres alcanzó el 26,5 %. Esto implicó que se ascendiera de 260.000 desempleados a 490.000. De estos, 240.000 son mujeres.
Según la Secretaría de Desarrollo Económico, los retos más importantes para asumir consisten en que entre el 40 % y el 50 % de los hogares corresponde a mujeres cabeza de familia, es decir, 416.000; y que las ramas de la producción con mayor participación femenina son comercio, restaurantes y hoteles, además de servicios sociales comunales y personales.
Con la asesoría técnica de ONU, la ruta apunta a incrementar la participación de las mujeres en la fuerza laboral, reducir la brecha salarial con respecto a los hombres y promover la participación de ellas en puestos de liderazgo. Estos aspectos son clave en la contención de la pandemia, situación que recae en mayor medida en las mujeres.
Según ONU Mujeres, se estima que en todo el mundo las mujeres podrían aumentar sus ingresos hasta en un 76 % si se supera la brecha en el empleo y la brecha salarial con respecto a los hombres.
Estudios de la OCDE confirman que el aumento de la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo —o una reducción de la disparidad entre mujeres y hombres en la fuerza laboral— produce un crecimiento económico más rápido.
