Washington, 4 noviembre.- Estados Unidos se retiró este miércoles oficialmente del Acuerdo de París sobre el clima coincidiendo con las elecciones, una decisión que es efectiva pese a que aún no se sabe si las ganó el presidente Donald Trump, que la adoptó en 2017, o su rival demócrata, Joe Biden, que se opone a ella.
La salida del acuerdo, al que se había comprometido en 2015 el anterior Gobierno del demócrata Barack Obama, supone el cese de todos los compromisos que había adquirido Estados Unidos para reducir para 2025 las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 26 y un 28 % con respecto de los niveles de 2005.
Pero la incertidumbre sobre el vencedor de las elecciones deja la puerta abierta a que en un futuro, de ganar los comicios, una Administración de Biden reintegre al país, el segundo más contaminante del planeta, en el acuerdo para combatir la crisis climática.
LOS ECOLOGISTAS INSISTEN EN COMPROMISO DE LA SOCIEDAD
Pese a la salida del pacto por parte del Gobierno de Trump, los grupos ambientalistas insistieron hoy en que la sociedad estadounidense mantiene su compromiso con la lucha contra el cambio climático.
«En todo el país, una coalición de estados, ciudades, empresas, universidades, organizaciones religiosas, tribus y otros actores clave se han unido para decir que ‘aún seguimos en la lucha», aseguró en una declaración Carter Roberts, presidente de la organización de defensa de la naturaleza World Wildlife Fund.
Roberts indicó que este apoyo «representa más de la mitad de la población de Estados Unidos y casi dos tercios de la economía» nacional, pero dijo que pese a sus esfuerzos por reducir las emisiones no pueden cumplir con el compromiso por sí solos.
«El Gobierno federal debe liderar el esfuerzo. Por esa razón seguiremos instando al presidente, quienquiera que sea (elegido), a unirse de nuevo al Acuerdo de París y a que amplíe los objetivos de Estados Unidos», añadió.
Si Trump resulta reelegido, Estados Unidos seguirá siendo el único país del mundo que no participa formalmente en el histórico acuerdo climático, pero de alzarse con la Presidencia, Biden se ha comprometido a unirse de nuevo en su primer día en el cargo, con lo que la nación solo estaría fuera de ese pacto unos tres meses.
TODO POR LA ECONOMÍA
Ni la Casa Blanca ni el Departamento de Estado anunciaron formalmente la retirada, que se produjo a la medianoche del martes (00.05 hora GMT del miércoles), al cumplirse el fin del proceso para romper con el acuerdo que Trump inició el 1 de junio de 2017, menos de cinco meses después de llegar al poder.
El presidente prometió entonces que abandonaría ese acuerdo firmado por casi 200 países, al argumentar que ponía en «permanente desventaja» a la economía y los trabajadores estadounidenses.
Sin embargo, el punto 28 del Acuerdo de París indica que cualquier país que hubiera ratificado el acuerdo, como es el caso de EE.UU., solamente podía solicitar su salida tres años después de su entrada en vigor, esto es, el 4 de noviembre de 2019.
Una vez hecha formalmente la petición en esa fecha, tenía que pasar otro año para que la salida del acuerdo fuera efectiva, por lo que quedó marcado en el calendario que Estados Unidos se desvincularía del pacto el 4 de noviembre de 2020.
«Fue un desastre total», dijo Trump en un acto político poco antes de realizar la retirada formal el 4 de noviembre de 2019.
Desde que llegó al poder, el presidente republicano ha retirado a EE.UU. de varios pactos y foros multilaterales, entre ellos el acuerdo nuclear con Irán, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
El pasado julio inició, además, el proceso para retirarse de la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero esa medida no se hará efectiva hasta julio de 2021 y Biden ha prometido anularla si gana las elecciones.
El candidato demócrata también ha asegurado que, si llega a la Casa Blanca, no solo volverá a integrar a EE.UU. en el Acuerdo de París -algo que en principio podría hacer sin contar con el Congreso- sino que también presionará a otros países para que asuman compromisos más ambiciosos en la lucha contra el calentamiento global.
Independientemente del ganador, no se espera que Estados Unidos pueda cumplir ya con los objetivos para 2025 establecidos bajo la Administración de Barack Obama (2009-2017) debido al retraso en el cumplimiento que ha ocasionado el desdén de Trump a los esfuerzos de mitigación del cambio climático.