Naciones Unidas, 23 noviembre.- La ONU confió este lunes en que las autoridades de Guatemala lleven a cabo una investigación imparcial sobre lo sucedido en las protestas del pasado sábado, en las que el vicepresidente del país, Guillermo Castillo, denunció un «uso excesivo de fuerza policial» contra los manifestantes.
«Confiamos en que las autoridades lleven a cabo una investigación imparcial e independiente de los hechos», señaló el portavoz Stéphane Dujarric en su conferencia de prensa diaria.
Dujarric subrayó que «los derechos fundamentales de libertad de expresión y asamblea pacífica deben ser respetados» y dijo que Naciones Unidas llama a todos los actores a «trabajar juntos» y con medios pacíficos y legales para dar respuesta a los problemas que vive Guatemala.
Las fuerzas de seguridad detuvieron el sábado a más de 30 personas por diversos motivos durante las manifestaciones, según confirmaron tanto el Organismo Judicial como el Ministerio de Gobernación (Interior).
Además, los cuerpos de socorro han indicado que al menos 40 personas han sido atendidas por heridas, y docenas afectadas por los gases lacrimógenos, sin que se contabilizaran muertos en las protestas.
Este lunes, el Hospital Roosevelt, el más grande de Guatemala, confirmó que dos manifestantes perdieron un ojo a causa del impacto de gases lacrimógenos lanzados presuntamente por la Policía Nacional Civil (PNC).
Los incidentes se registraron en el marco de una masiva convocatoria para manifestarse este sábado en contra del presidente, Alejandro Giammattei, y el Congreso guatemalteco tras la aprobación el pasado miércoles del presupuesto del Estado para 2021.
Dicho presupuesto ha sido descrito como «opaco» por expertos tras avalarse de madrugada, sin que los 160 diputados tuvieran acceso al mismo y con amplias reducciones para temas sanitarios y de derechos humanos.
La manifestación estaba convocada para un par de horas después del mediodía frente al Palacio Nacional de la Cultura, sede del Gobierno ubicada en el centro de la Ciudad de Guatemala.
Sin embargo, minutos antes, a aproximadamente un kilómetro de distancia, en el Congreso, cientos de encapuchados tomaron las instalaciones del Parlamento y prendieron fuego a varias oficinas hasta ser desalojados por fuerzas de seguridad y cuerpos de bomberos, que apagaron el incendio.
Los manifestantes rompieron la puerta de ingreso al Parlamento y también las ventanas, lanzando antorchas de fuego al interior y avanzando para destruir las instalaciones.
Los diputados no se encontraban en el Congreso y las autoridades no han divulgado detalles específicos sobre los daños causados tanto por el fuego como por los manifestantes.
Este lunes, la Fiscalía de Guatemala anunció que investigará la posible participación de las maras (pandillas) en la protesta frente al Congreso que culminó con la quema de algunas de sus oficinas, en contraste con la masiva manifestación pacífica en el parque central.