Redacción deportes, 26 noviembre.- ¿Cuánto podría rebajar Caeleb Dressel el récord del mundo de los 50 libre si utilizase un bañador de poliuretano? ¿Podría bajar de la barrera de los 20 segundos?.
Cuestiones a las que el nadador estadounidense, que el pasado sábado estableció una nueva plusmarca universal en la prueba de los 50 libre en piscina corta con un tiempo de 20.16, responderá el próximo 9 de diciembre cuando se enfunde para una exhibición uno de los famosos “bañadores mágicos”, prohibidos por la Federación Internacional en enero de 2010.
“Tengo muchas ganas de competir con este histórico bañador. No estoy seguro de qué puedo esperar en cuanto al tiempo, pero estoy seguro de que puedo hacer una buena carrera y ya veremos qué sucede”, señaló Dressel en una nota de prensa difundida por el proveedor de bañadores del nadador norteamericano, organizadora del evento.
La irrupción de los bañadores de poliuretano propició entre los años 2008 y 2009 una auténtica explosión de récords, hasta que en enero de 2010 la FINA los prohibió, permitiendo sólo el uso de prendas textiles.
Entre las ventajas de los bañadores de poliuretano destacaba una notable mejora de la flotabilidad, lo que permitió a muchos nadadores rebajar considerablemente sus marcas
Tal y como se comprobó en los Mundiales disputados en Roma en el año 2009, donde se rebajaron, nada más y nada menos, que 43 récords del mundo en 31 pruebas.
Cifras que obligaron a reaccionar a la Federación Internacional de Natación (FINA), que meses después, el 1 de enero de 2010, prohibió definitivamente el uso de los “bañadores mágicos”.
Una circunstancia que no permitirá oficializar, en el caso de que Dressel fije una nueva plusmarca, el tiempo del norteamericano, que nadará en solitario en busca del mejor registro posible.
De hecho, pese a que un principio estaba previsto que la prueba se retransmitiese en vivo, no será hasta un día después, el 10 de diciembre, cuando se distribuyan las imágenes, que permitirán conocer hasta dónde puede llegar Dressel, la gran estrella del momento de la natación mundial, con un “bañador mágico”.