Montevideo, 16 diciembre.- El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, pidió que el Mercosur sea un constructor «de puentes de unión y no de murallas» en el que la integración se lleve a cabo con una visión que esté «más allá de cualquier ideología».
Así lo señaló en su discurso durante la Cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur), que se celebra de manera virtual y en la que Uruguay entregará la presidencia «pro tempore» del bloque a Argentina.
«La integración es un proceso irreversible en este tiempo de globalización que vive el mundo, sin perder nuestra identidad y las características, las fortalezas y el talento de nuestra región y nuestros pueblos», sostuvo el presidente paraguayo.
Para Abdo Benítez, las relaciones son «entre naciones y no entre presidentes»; por ello deben respetarse las diferencias de pensamiento y contribuir para enriquecer un «gran debate regional» que no impida «trazar un destino común» para la región.
«Seamos constructores de puentes de unión y no de murallas que dividan el proceso de integración que requiere nuestra región», apostilló.
Asimismo, para el presidente que traspasó el mandato temporal a Uruguay en julio pasado debe ponerse el foco en mejorar la infraestructura de los países del bloque, principalmente en el área productora de alimentos, ya que esto va a ser «de gran demanda» para el proceso de recuperación de la crisis por la covid-19.
«Tenemos que consolidar una mirada pragmática con base en el diálogo, respetando las diferencias pero siempre con el objetivo de crear políticas públicas, útiles para nuestros pueblos. Ninguna sociedad puede prosperar dándole las espalda al dolor y necesidad de nuestros pueblos», subrayó.
La Cumbre del Mercosur, iniciada con la LVII Reunión Ordinaria del Consejo del Mercado Común, se celebra de manera virtual como ocurriera hace seis meses por culpa de la pandemia de la covid-19, que marcó en 2020 el rumbo social y económico de los socios del bloque (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).
Además de los cuatro miembros, participan en ella Bolivia, que está en proceso de adhesión, y los Estados asociados (Chile, Perú, Ecuador, Surinam, Colombia y Guyana).