Bruselas, 30 diciembre.- El vicepresidente de la Comisión Europea (CE), Valdis Dombrovskis celebró en una entrevista con Efe y otras agencias internacionales que el acuerdo de inversiones cerrado este miércoles entre la UE y China permita a las empresas europeas operar en el país asiático de forma independiente.
El pacto conlleva «cambios en las reglas del juego» que son «muy bienvenidos», porque «durante mucho tiempo nuestra relación (…) en materia de inversiones con China ha sido desequilibrada y el acuerdo de hoy ayudará a reajustar el equilibro para las compañías y los inversores en China», dijo Dombrovskis.
Y es que Pekín se compromete a eliminar el requisito que exigía hasta ahora a las compañías europeas de formar una empresa conjunta para entrar en sectores del mercado chino.
En este sentido, aseguro que entre «los sectores que más se beneficiarán» estarán el automovilístico, los servicios financieros o el de la construcción, por ejemplo de hospitales privados en ciudades como Pekín, Shanghai, Shenzhen o Tianjin.
En definitiva, las empresas europeas «tendrán más certeza y predictibilidad en sus operaciones en China», aseguró el responsable de negociar las relaciones comerciales con terceros países en nombre de los Veintisiete.
Un elemento «muy importante», dado que «China es la segunda economía mundial» con una previsión de un «rápido crecimiento», dijo.
Con el acuerdo alcanzado hoy a nivel político entre Bruselas y Pekín concluye siete años de negociaciones que se han acelerado en las últimas semanas, especialmente desde que China se comprometió a ratificar las convenciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en materia de trabajos forzados.
«China nunca ha llegado a este nivel de compromiso con ningún país tercero», quiso celebrar Dombrovskis, destacando que «la UE es la primera en conseguirlo».
CONTRAPARTIDA EUROPEA
«Uno puede decir que hay cierta asimetría en este acuerdo», dijo el vicepresidente de la CE, para «hacer frente» al hecho de que «el mercado europeo ha sido más abierto para China» de lo que ha sido «el mercado chino para la UE».
La principal concesión de la UE hacia China, dijo Dombrovskis, está en el sector de las energías renovables, donde se le permite un acceso al mercado europeo que «corresponde» al nivel que la UE tiene en China y «limitado» al 5 %.
SIN CIFRAS
Dombrovskis se negó a predecir a cuánto puede ascender el volumen de la inversión extranjera directa de las empresas europeas en China.
«Esto no le corresponde juzgarlo a la CE, porque en última instancia las decisiones de inversión las hacen las empresas privadas. Con nuestro acuerdo, estamos mejorando el acceso al mercado y la justa competencia, (…) pero no fijamos objetivos cuantitativos de inversión».
En 2019 -último año antes del estallido de la pandemia en que las relaciones económicas no se vieron afectadas por el virus-, la inversión extranjera directa de la UE hacia China fue de 12.000 millones de dólares (unos 9.800 millones de euros).
En cambio, la inversión de China hacia la UE fue de 13.000 millones de dólares (aproximadamente 10.600 millones de euros), lo que supuso un descenso de los 21.000 millones de dólares (cerca de 17.100 millones de euros), en 2018.
HUAWEI
Dombrovskis subrayó que este acuerdo de inversiones no aborda la polémica surgida entre los países europeos, incitada por Estados Unidos, sobre las limitaciones a la empresa Huawei para desarrollar la red 5G en la UE.
«Actualmente, el tema principal (…) es sobre el acceso de Huawei a las licitaciones públicas en la UE y si Huawei y si Huawei cumple algunos requisitos de seguridad. Pero hay que decir que las licitaciones públicas no se cubren en el acuerdo de inversiones concluido hoy», dijo el vicepresidente del Ejecutivo comunitario.
El acuerdo «no es la panacea» que permite «afrontar todos los retos que tenemos con China», concedió Dombrovskis, pero sí «ayuda a afrontar una serie de retos», aseguró.
«Este es sólo un elemento en nuestra relación con China. Habrá muchos retos a afrontar con China bilateralmente y con nuestros socios globales», dijo.
RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS
China no ha aceptado el mecanismo de resolución de conflictos que la UE ha pactado con otros países en sus acuerdos comerciales que consiste en un panel de arbitraje formado por jueces al que las empresas pueden acceder en caso de que se sientan discriminadas.
Las disputas se resolverán mediante «un mecanismo de supervisión a nivel político, un mecanismo de alerta rápida cuando se detecten problemas serios», que estará coordinado por el propio Dombrovskis y el viceprimer ministro chino, Liu He.
Además, durante la presidencia francesa del Consejo de la UE -durante el primer semestre de 2022- «volveremos a evaluar el grado de implementación» del pacto, porque «entendemos que «una cosa es concluir el acuerdo y la otra, garantizar que se cumplen los compromisos», dijo Dombrovskis.
Está previsto que pasen meses hasta que se firme el pacto, ya que primero debe traducirse a las veinticuatro lenguas oficiales de la UE y deben revisarlo los abogados comunitarios. EFECOM