Bruselas, 4 enero.- La campaña de vacunación contra el coronavirus en la Unión Europea está generando críticas en algunos Estados miembros por la escasez de las dosis y la lentitud en su administración, así como una creciente presión sobre la Comisión Europea para que acelere el ritmo de compras.
Ese nerviosismo llevó este lunes a una reunión extraordinaria de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) para abordar la autorización de la vacuna de la farmacéutica estadounidense Moderna.
Finalmente, en la cita no se llegó a ninguna conclusión y la decisión se dejó para la fecha inicialmente prevista, el próximo miércoles.
La Comisión Europea defendió hoy su estrategia para la adquisición centralizada y distribución simultánea de vacunas en la Unión Europea.
En distintos países han aumentado en los últimos días las voces que critican que no se hayan contratado suficientes dosis de Pfizer-BioNTech, mientras que otros no alcanzan a administrar las dosis recibidas.
«Estamos al principio del despliegue. Actuamos como si la campaña hubiera acabado y apenas está empezando (…). Es obvio que un reto como este siempre va a tener baches en la carretera», declaró el portavoz jefe de la Comisión Europea, Eric Mamer.
La Comisión Europea ha creado «una cartera muy diversificada de casi 2.000 millones de dosis» de seis laboratorios europeos y estadounidenses distintos para «incrementar la probabilidad de que alguna de las vacunas se considerase efectiva y segura», agregó en una rueda de prensa el portavoz de Salud de la Comisión Europea, Stefan de Keersmaecker.
El plan de compras conjuntas, aprobado por los Estados miembros, en el que Bruselas negocia en nombre de los Veintisiete y las capitales adquieren y aplican las vacunas, se diseñó durante la primera oleada de coronavirus en Europa en un contexto de «importante incertidumbre».
«No ponemos todos los huevos en una cesta (…). Cuando negociábamos, no había certeza absoluta de que alguna de estas vacunas fuera a ser considerada efectiva y segura», añadió.
INICIO LENTO
Países como Francia, España, Italia o Alemania, que vacunaron simbólicamente a sus primeros ciudadanos en las últimas fechas de 2020 pero contaban con empezar en enero de 2021 la vacunación a mayor escala, están administrando menos dosis de las que ya han recibido.
Las autoridades germanas, por ejemplo, disponen ya de 1,3 millones de dosis de la vacuna desarrollada por la empresa alemana BioNTech y la estadounidense Pfizer, pero, según los últimos datos del Instituto Robert Koch, sólo 238.808 personas han recibido la primera dosis de las dos que se requieren para lograr protección.
El Gobierno alemán defendió hoy su decisión de dejar en manos de Bruselas el aprovisionamiento de las vacunas.
«La canciller se mantiene en esa decisión de dejar el aprovisionamiento en la Comisión Europea», aseguró este lunes el portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen Seibert, en una rueda de prensa.
El Gobierno alemán sigue respaldando en lo fundamental la decisión de optar por «la vía europea» según Seibert, que se refirió a la importancia de la solidaridad y de mantener la «cohesión» dentro del bloque.
La Comisión Europea sólo ha aprobado por ahora la vacuna de Pfizer y BioNTech, que requiere conservarse a unos 80 grados bajo cero, si bien la EMA dará el 6 de enero su opinión sobre el prototipo de Moderna, que, de ser positivo, la Comisión podría autorizar pocos días después.
ESCASEZ DE DOSIS
Al mismo tiempo, en Alemania se ha criticado la lentitud en el calendario de entregas de dosis, circunstancia que el consejero delegado de BioNTech, Ugur Sahin, atribuye en parte a la política de compras de la UE, en la que el proceso ha sido más lento que en otras partes del mundo, según declaró este fin de semana a la revista «Der Spiegel».
Bruselas contrató 200 millones de dosis de Pfizer BioNTech y ha ejecutado una opción para adquirir otros 100 millones, que el fabricante debería de entregar «para septiembre de 2021, como muy tarde».
«La Comisión y los Estados miembros están viendo cuántas habría que encargar y cómo distribuirse. Son discusiones que tienen lugar actualmente», añadió el portavoz, quien agregó que la Comisión está tratando con el laboratorio la posibilidad de adquirir dosis suplementarias a esos 300 millones firmados.
El portavoz jefe de la Comisión Europea recordó que ya en octubre Bruselas avisó de que se llegaría a una producción a gran escala hacia el mes de abril.
Recordó que la Comisión invirtió en BioNTech y en otros laboratorios «mucho antes» de que se supiera que el prototipo de esa primera vacuna de ARN mensajero iba a ser seguro y efectivo, para ayudarles a acelerar el desarrollo y la capacidad de producción de las vacunas candidatas.
MODIFICAR LA ESTRATEGIA DE VACUNACIÓN
Bélgica y Alemania estudian alterar la estrategia de vacunación, de forma que se administraría la primera dosis a más gente y se dejaría la segunda para más adelante.
Un portavoz de la EMA señaló a Efe el 29 de diciembre que son «conscientes de este problema» y que se está analizando, sin que ese organismo se haya pronunciado de nuevo al respecto.
Por su parte, un portavoz de Pfizer comentó a Efe sobre esa posibilidad que el tratamiento son «dos dosis de la vacuna con 21 días de diferencia para proporcionar la máxima protección».