Asunción, 18 enero.- Las tres hijas del exvicepresidente paraguayo Óscar Denis, de 74 años y secuestrado por la guerrilla Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) a comienzos de septiembre, se reunieron este lunes con la Comisión Permanente del Congreso para solicitar su «solidaridad».
El encuentro se produjo después de que el Gobierno paraguayo rechazara el pasado viernes la mediación del Comité Internacional de la Cruz Roja solicitada por la familia para mediar por la liberación de Denis y de otras dos personas secuestradas por el EPP.
La portavoz de la familia, Beatriz Denis, comentó a los medios tras la reunión que acudieron al Congreso exponer su situación y analizar las «diferentes alternativas (…), ya sea a nivel nacional, personal o internacional» para conseguir la puesta en libertad de su padre, así como del policía Edelio Morínigo y del empresario Félix Urbieta, los otros dos secuestrado por ese grupo armado.
«Pedimos ayuda, ninguna en particular, simplemente pedimos ayuda, personal, nacional, internacional… lo que fuera para siempre sumar esfuerzos y lograr este objetivo», expuso la hija.
Beatriz Denis también se pronunció sobre la negativa del Gobierno a recurrir al Comité Internacional de la Cruz Roja, y aseguró que entienden la posición, aunque como familia no pueden «estar bien».
Las hijas de Denis, secuestrado desde hace cuatro meses, lamentaron que en este tiempo no han obtenido ninguna noticia del paradero y el estado de salud del exvicepresidente, a pesar de las gestiones de la Iglesia y la labor de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), grupo mixto de policías y militares creado para combatir al EPP.
Por su parte, el presidente de la Comisión Permanente, el oficialista Raúl Latorre, apostó por «generar un discernimiento técnico diplomático» para encontrar una solución y por buscar «añadir a ese proceso a todos los actores que sea posible».
Latorre recordó que la seguridad de los paraguayos es «un derecho y una garantía constitucional», y que los tres secuestrados se están viendo privados de ella.
Denis, del Partido Liberal, el mayor de la oposición, fue secuestrado por varios hombres armados en septiembre pasado, cuando viajaba en el vehículo con el que había salido de su estancia ganadera, entre los departamentos de Concepción y Amambay.
La familia aseguró semanas después que cumplió las exigencias comunicadas por carta por el EPP para su puesta en libertad, consistente en el reparto de víveres y pertrechos por valor de dos millones de dólares entre 40 asentamientos campesinos.
La otra exigencia del EPP, dirigida al Gobierno, fue la liberación de Carmen Villalba, con una larga condena por secuestro y referente histórica de la guerrilla, una condición que el Ejecutivo considera inviable.