Managua, 19 enero.- Nicaragua elevó a 168 el número de fallecidos a causa de la pandemia de la covid-19 y a 6.204 los casos confirmados del coronavirus SARS-CoV-2 desde que la enfermedad ingresó al país a mediados de marzo pasado, según el informe semanal divulgado este martes por el Ministerio de Salud.
Del miércoles de la semana pasada hasta las 10.00 hora local (16.00 GMT) de este martes hubo un nuevo fallecido atribuible a la covid-19 y 52 nuevos casos confirmados o probables por clínica, de acuerdo con el reporte oficial.
En los últimos siete días, indicó el Ministerio de Salud, «se presentaron otros fallecimientos en personas que han estado en seguimiento debido a tromboembolismo pulmonar, diabetes mellitus, infarto agudo de miocardio, crisis hipertensivas y neumonías bacterianas», aunque no especificó ni la cantidad ni si los pacientes estaban diagnosticados con coronavirus.
Según el parte de las autoridades de Salud, desde el inicio de la pandemia hasta hoy han «dado seguimiento responsable y cuidadoso a 4.953 personas», y otras 39 que permanecían bajo una condición similar «han cumplido el periodo establecido».
Los datos del Ministerio de Salud mantuvieron el contraste con los del independiente Observatorio Ciudadano COVID-19, una red de médicos y voluntarios que da seguimiento a la pandemia, que reporta 2.908 fallecimientos por neumonía y otros síntomas relacionados con el nuevo coronavirus, así como 12.404 casos sospechosos.
Esa entidad ha advertido de un «nuevo e importante» brote de la pandemia de coronavirus en Nicaragua, debido a un alza «sostenida» de casos sospechosos en los últimos meses.
El Gobierno que preside el sandinista Daniel Ortega no ha precisado el número de pruebas que ha realizado y se ha limitado a informar del número de casos confirmados, las muertes y recuperados.
El Ejecutivo ha sido criticado desde diversos sectores por promover eventos masivos y aglomeraciones a contracorriente de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), y por no haber suspendido las clases presenciales en medio de la pandemia y apenas establecer restricciones.
El presidente Daniel Ortega se declaró en contra de la campaña «Quédate en casa» porque, a su juicio, destruiría la economía local, que se ha contraído desde el 2018 y que es mayoritariamente informal.