Berlín, 25 enero.- Dos de cada tres alemanes cree que el recién elegido presidente de la Unión Cristianodemócrata (CDU), Armin Laschet, no es el candidato conservador adecuado para aspirar a la Cancillería en las elecciones del próximo 26 de septiembre, según una encuesta publicada hoy.
Frente a cerca de un 68 % que considera que Laschet no es el candidato correcto, sólo un 18 % de los interrogados por la casa Civey para el semanario «Der Spiegel» indica que sí lo ve capacitado para liderar a los conservadores en los comicios.
Entre los votantes conservadores el rechazo a Laschet -elegido hace diez días por una clara mayoría entre los delegados de su partido- asciende al 65 %, mientras sólo un 22 % le respalda.
El rechazo hacia Laschet es mayor en el ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) y el Partido Liberal (FDP), que entre las fuerzas de izquierdas: Partido Socialdemócrata (SPD), Los Verdes y La Izquierda.
Otro político conservador, Markus Söder, presidente de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU, el partido hermano de la CDU) tiene un apoyo popular mucho mayor, según otra reciente encuesta de Civey, y que le otorga un respaldo del 50 % de los alemanes, frente a un 42 % de rechazo.
Entre los votantes conservadores, el 79 % de los encuestados considera que Söder es el candidato adecuado para aspirar a la Cancillería después de que su líder hasta ahora, Angela Merkel, anunciase que no optaría a un quinto mandato.
Tras la elección de Laschet para presidir a la CDU, el bloque conservador debe elegir en los próximos meses a su candidato único a la Cancillería. Tradicionalmente se ha nominado al líder de la CDU, pero en dos ocasiones fue el presidente de la CSU quien se presentó.
La encuesta estima además que, de haber elecciones parlamentarias este fin de semana, el bloque conservador se mantendría como primera fuerza, con el 34 % de los votos, seguida por verdes y socialdemócratas, con un 18 y un 15 % de los sufragios.
AfD, con el 10 %, el FDP, con el 9 % y La Izquierda, con el 7 % cerrarían la lista de partidos que obtendrían representación en el Bundestag (cámara baja).
Con estas cifras -y manteniendo el cordón sanitario a la ultraderecha- las únicas mayorías viables serían una coalición de los conservadores con los verdes o con los socialdemócratas.