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Tomada de la web.

En las escuelas, en las esquinas del barrio y en las cárceles, quien manda la parada es aquel que se impone por la fuerza. El cine y la literatura han dado buena cuenta de estos liderazgos. En una de sus novelas más entrañables, La ciudad y los perros, Mario Vargas Llosa nos ofreció hace 50 años la trama de un colegio militar que parecía una penitenciaría. El encanto de la matonería http://bit.ly/1q5KvoR vía @ELTIEMPO

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