Bruselas, 27 enero.- La Comisión Europea (CE) exigió este miércoles a la farmacéutica anglo-sueca AstraZeneca que respete sus compromisos legales y «morales» y encuentre una solución para entregar las dosis de su vacuna firmadas con la Unión Europea y que ha anunciado que no podrá suministrar a tiempo.
«Estamos en una pandemia. Perdemos gente todos los días. Esto no son números, son personas», declaró en una rueda de prensa la comisaria europea de Sanidad, Stella Kyriakides, quien, tras cierta confusión a lo largo del día, confirmó que este mismo miércoles a las 18.30 hora local se celebrará una nueva reunión con la farmacéutica para abordar el problema.
La Comisión Europea ha invertido 336 millones de euros para ayudar al desarrollo y a la producción de la vacuna de AstraZeneca, si bien aún no ha desembolsado todo el dinero.
La cita de esta tarde será la tercera de la semana tras dos reuniones insatisfactorias el lunes después de que el laboratorio anunciara repentinamente el viernes problemas con las entregas iniciales a la UE, que podría autorizar ese fármaco esta misma semana.
La comisaria agregó que espera que la compañía «reconstruya la confianza» que ha perdido a ojos de la Comisión y los Estados miembros de la UE al anunciar sorpresivamente que inicialmente entregaría «considerablemente menos dosis» de las pactadas.
Según Kyriakides, «no es correcto ni aceptable» que AstraZeneca se escude en que el contrato dice que la empresa hará «su mejor esfuerzo» («our best effort», en inglés) para producir lo firmado, como ha argumentado en la prensa el consejero delegado de la compañía, Pascal Soriot.
Bruselas ha pedido a AstraZeneca que permita que se haga público ese contrato confidencial para demostrar que la farmacéutica debía producir una cantidad precisa de dosis para la UE «incluso antes de obtener la autorización» de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), que se espera que esta semana dé su opinión sobre si el fármaco, que ya se distribuye en el Reino Unido, es eficaz y seguro.
Kyriakides llamó a la compañía a mostrar «espíritu de verdadera colaboración y responsabilidad» y aseguró que la CE defenderá el dinero invertido en AstraZeneca por los contribuyentes europeos.
No obstante, fuentes europeas conocedoras de la negociación rebajaron el tono duro de los últimos días, alejando la posibilidad de acciones lejanas y subrayando que lo importante es solucionar el problema.
«Queremos las vacunas, queremos encontrar una solución con la compañía», dijo un alto responsable comunitario.
«No nos han dicho cuál es el problema real», agregó una fuente comunitaria, que habló de versiones «algo inconsistentes de laboratorio» e «incluso diferentes versiones» de distintos miembros de la compañía.
En concreto, en la Comisión se refieren a las cláusulas de «riesgos de producción», que implica que para evitar problemas inesperados, la farmacéutica debía de haber producido una cierta reserva de vacunas y tener una cierta cantidad disponible inmediatamente después de que la EMA y la Comisión autorizasen la vacuna.
Al no ser el caso, se contempla llevar a cabo inspecciones en la planta belga de AstraZeneca. «Pienso que habrá un plan para ver qué es lo que pasa», dijo una alta fuente europea, que subrayó que las dosis para la UE deberían de estar produciéndose en cuatro fábricas en territorio comunitario.
«No me puedo creer que no haya existencias en ninguna de las cuatro plantas», agregó la fuente, que señaló que Bruselas no tiene inconveniente en que las vacunas para la UE lleguen de plantas del Reino Unido si allí no hay problemas de rendimiento.
Otro aspecto que no ha gustado a la Comisión Europea es la forma en que AstraZeneca informó sobre sus problemas, un viernes, públicamente y por sorpresa. «En general, las cosas iban bien «en diciembre, cuando la CE se reunió con la compañía por última vez y los problemas evocados eran menores, pero «lo del viernes no es aceptable, ni siquiera en términos de comunicación».
En cambio, la Comisión quiso subrayar que con Pfizer-BioNTech sí se solventaron los problemas del retraso en sus vacunas anunciado la semana pasada.
Bruselas también matizó que el mecanismo de transparencia en las exportaciones que quieren aplicar a los contratos con las farmacéuticas para saber dónde se producen y se destinan las dosis no significa que la CE quiera «secuestrar» la producción en territorio europeo, que iría contra el propio espíritu europeísta.
Lo que la CE quiere es «que todas las vacunas para Europa se produzcan en Europa para evitar problemas de cierre de fronteras», reza la declaración.