Barcelona, 29 enero.- Las elecciones regionales de Cataluña se celebrarán definitivamente el próximo 14 de febrero, según acordó este viernes la Justicia, que anuló el decreto del Gobierno catalán que aplazaba los comicios hasta mayo debido a la pandemia de coronavirus.
Esta medida del Ejecutivo catalán fue recurrida por partidos extraparlamentarios y varios particulares y hoy el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña dio a conocer su decisión, el mismo día que comienza la campaña electoral para los comicios.
La resolución del Tribunal Superior de Justicia (TSJC) de Cataluña coincide con el criterio de la Fiscalía, que entiende que el decreto del Gobierno catalán infringe la normativa electoral y el Estatuto de Cataluña (su norma máxima) y daría pie a una «anormalidad jurídica e institucional» que puede prolongarse de forma «indeterminada».
Ya la semana pasada el TSJC suspendió el aplazamiento electoral, previsto en principio para el 30 de mayo, y en su auto los magistrados apelaban a la necesidad de «preservar la normalidad democrática» en Cataluña y evitar una «situación de bloqueo y precariedad institucional» que afecte a la legitimidad del Gobierno catalán en plena pandemia.
Además, consideraban que el estado de alarma vigente en España desde octubre no limita el derecho a voto ni tampoco lo impiden las restricciones de movilidad, con el confinamiento municipal en Cataluña.
Hoy se conoció un adelanto de la sentencia, que previsiblemente se notificará a las partes el próximo lunes y después podrá ser recurrida ante el Tribunal Supremo, aunque ello no suspendería la decisión del TSJC de mantener la fecha electoral del 14 de febrero.
La convocatoria electoral para el 14 de febrero se debe a la disolución del Parlamento catalán, ya que no hubo acuerdo entre los partidos para nombrar a un nuevo jefe del Gobierno, después de que el anterior, el independentista Quim Torra, tuviera que dejar el cargo el pasado septiembre por una condena judicial de inhabilitación por desobediencia.
El presidente del Ejecutivo catalán en funciones y anterior vicepresidente, Pere Aragonés, decidió el pasado 15 de enero posponer las elecciones, según afirmó debido a la extensión de la pandemia de coronavirus en Cataluña, una de las regiones españolas donde el virus tiene más incidencia.
Esta decisión contó con el apoyo de todos los partidos del arco parlamentario excepto los socialistas, que tras oponerse al retraso, propusieron un «aplazamiento técnico» de las elecciones de un mes, hasta el 14 o 21 de marzo.
La mayoría de los partidos acusó a los socialistas de no querer retrasar los comicios para beneficiarse del posible efecto positivo de la candidatura del exministro de Sanidad Salvador Illa, que aparece en todas las encuestas al alza, y de anteponer los criterios electorales a la salud, algo que ese partido ha negado.