Kinshasa, 15 feb – Trece civiles fueron asesinados la noche del domingo por los rebeldes ugandeses de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC), confirmaron hoy a Efe fuentes de la sociedad civil congoleña.
«Los rebeldes ugandeses atacaron anoche la localidad de Ndalye (situada en el sur del territorio de Irumu), donde saquearon farmacias, tiendas y almacenes. Se llevaron los objetos de valor de la gente. También saquearon y quemaron la capilla de la iglesia católica», declaró por teléfono a Efe el líder de la sociedad civil de la provincia de Ituri (donde está Ndalye), Jean Bosco Lalo.
Según explicó Lalo, los rebeldes atacaron primero la posición de las Fuerzas Armadas congoleñas (FARDC), lo que facilitó irrumpir en la localidad y atacar a la población, entre la que también se encuentran varios desaparecidos.
La calma volvió a Ndalye tras el regreso con refuerzos de los soldados, indicaron a Efe tanto el citado activista como el portavoz del Ejército, el comandante Mak Hazukay, que no dio más detalles.
Las ADF empezaron su campaña violenta en 1996 en el oeste de Uganda como contestación política al régimen del presidente ugandés, Yoweri Museveni, al que acusaban de ir contra los musulmanes, pero el Ejército forzó su repliegue a la frontera con la RDC.
Desde allí realizan con frecuencia incursiones en territorio congoleño, que incluyen saqueos para conseguir víveres.
Su programa es difuso, más allá de una posible conexión con la organización yihadista Estado Islámico y un «modus operandi» consistente en atacar y ocultarse gracias a una geografía montañosa, que les permite escapar a las operaciones del Ejército congoleño y de la misión de Naciones Unidas (MONUSCO).
El noreste de RDC lleva años sumido en un conflicto alimentado por las milicias rebeldes y los ataques de soldados del Ejército regular, pese a la presencia de la fuerza de paz de la ONU, que tiene desplegados a más de 15.000 efectivos en el país.