Nueva Delhi, 19 febrero.- Decenas de jóvenes protestaron este viernes en Nueva Delhi para llamar la atención por la muerte de dos adolescentes dalits o «intocables», del escalafón más bajo del sistema de castas hindú, a las que encontraron maniatadas en una zona rural india, mientras una tercera lucha por salvar su vida.
Las adolescentes de 14, 15 y 16 años, pertenecientes a una misma familia, fueron encontradas el miércoles por la noche en la aldea de Bahuhara, en el estado norteño de Uttar Pradesh, y estaban atadas con su propia ropa de manos y piernas.
Los vecinos que las encontraron las llevaron de inmediato a un hospital de la zona, donde dos de ellas fueron declaradas muertas, mientras la mayor permanece ingresada en estado grave.
Un informe preliminar de la autopsia indicó que las niñas murieron por consumir alguna sustancia venenosa.
«Los médicos han dicho que tenían síntomas de envenenamiento. Estamos recogiendo declaraciones de todas las personas cercanas y se está llevando a cabo una investigación en profundidad», dijo a la prensa el superintendente de policía Sureshrao A Kulkarni.
La misteriosa muerte de las adolescentes desató hoy protestas estudiantiles, alzando la voz por los continuos ataques contra los «intocables», víctimas de abusos frecuentes cometidos por las castas superiores, que los deshumanizan y los consideran un objetivo fácil.
La manifestación la convocó la Asociación de Estudiantes de la India (AISA), una organización de izquierdas, que atacó directamente al jefe de Gobierno de Uttar Praadesh, el hinduista Yogi Adityanath, por su presunto fracaso a la hora de proteger a los dalits.
«Los ataques contra los dalits y las mujeres han aumentado bajo el gobierno de Yogi. En lugar de garantizar justicia, esto es lo que hace (el partido gubernamental) BJP: acosar a los manifestantes y negar justicia», sentenció AISA en un comunicado.
ATAQUES A MUJERES Y DALITS
El estado de Uttar Pradesh, y en particular el distrito de Unnao donde encontró a las tres jóvenes, ha sido escenario frecuente de casos de violencia contra las mujeres y los dalits, sucesos que generaron una gran indignación en todo el país.
Un tribunal condenó en diciembre de 2019 a cadena perpetua a un parlamentario regional del BJP por la violación en Unnao dos años antes de una adolescente, en un caso en el que también murió el padre de la joven por la supuesta paliza de seguidores del político.
Ese mismo año, también en Unnao, otra mujer murió carbonizada cuando se dirigía a testificar contra sus presuntos violadores.
Y el pasado septiembre, en el último caso en Uttar Pradesh que alcanzó una gran repercusión mediática en todo el país, una joven dalit fue presuntamente violada en grupo y herida gravemente en una aldea por hombres de castas superiores.
La joven moriría semanas después por las heridas en un hospital en Nueva Delhi y en plena noche fue trasladada a su pueblo, donde la incineró la Policía sin el consentimiento familiar ni la posibilidad de oficiar un velatorio, según denunciaron.
Estos casos subrayan un problema endémico. Según los últimos datos de la Agencia Nacional de Registro de Delitos de la India (NCRB), en 2018 se denunciaron 33.977 violaciones en el país, de las cuales 2.957 fueron a mujeres de casta baja, más de 8 al día.