Tiflis, 1 mar– El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, dio hoy dos semanas de plazo al Gobierno y a la oposición de Gerogia para encontrar una salida a la actual crisis política en el país.
«Hemos dado un paso importante en la dirección adecuada. Estamos buscando todos juntos una solución. Lo importante es que nos hemos sentado en la mesa de negociaciones», afirmó Michel en rueda de prensa.
Michel, que llegó hoy a Tiflis, se ofreció como mediador en la crisis al invitar al Gobierno y a la oposición georgianos a una reunión este mismo lunes para intentar relanzar el diálogo y acercar posturas.
A su término, expresó su confianza en que «en interés del pueblo de Georgia se hagan todos los esfuerzos y se encuentre una solución en el plazo de dos semanas, con vistas a la sesión de la Asociación UE-Georgia en Bruselas».
«Estoy dispuesto a apoyar todos los positivos esfuerzos políticos y estoy orgulloso de que dicha reunión haya tenido lugar», resaltó.
Por su parte, el primer ministro, Irakli Garibashvili, quien participó personalmente en las negociaciones, señaló que la reunión transcurrió «en una atmósfera bastante constructiva».
«Hemos escuchado los argumentos y hemos acordado proseguir el diálogo. Las recomendaciones del jefe del Consejo Europeo radican en encontrar un lenguaje común cuando antes. Hay que encontrar una idea nacional que una a todos», señaló.
Mientras, la oposición adelantó que proseguirá las protestas indefinidas para demandar la liberación del líder del Movimiento Nacional Unido (MNU), Nikanor Melia.
«Las protestas continúan. Pero hay que pensar en el diálogo, en el compromiso para sacar al país de la crisis. Es lo que nos pide el presidente del Consejo Europeo», dijo Jatun Samnidze, miembro del también opositor Partido Republicano.
A su llegada, Michel advirtió de que la actual crisis y la polarización pueden «socavar la joven democracia ganada con tanto esfuerzo por Georgia en esta compleja región».
La crisis política en Georgia se desató tras las pasadas elecciones parlamentarias, calificadas de fraudulentas por la oposición y en las que el partido oficialista Sueño Georgiano obtuvo 90 de los 150 escaños que conforman el Parlamento.
De los 60 diputados elegidos por las formaciones opositoras, solo seis se han incorporado a las tareas del Legislativo, mientras que los 54 restantes participan en el boicot.
La crisis georgiana se agudizó a raíz de la reciente detención de Melia, acusado de organizar hace dos años graves disturbios en la capital georgiana, tras lo cual la oposición anunció protestas indefinidas ante el Parlamento.
Acompañado de Garibashvili, Michel también visitó la localidad de Jurvaleti, que se encuentra cerca de la zona de separación con la república separatista de Osetia del Sur, cuya independencia ha sido reconocida por Rusia.
Desde la guerra de agosto de 2008 entre Georgia y Rusia por el control de Osetia del Sur, más de 200 observadores de la UE han realizado un seguimiento de la situación en los territorios adyacentes a dicha república y a la también separatista Abjasia, bañada por el mar Negro.