Managua, 9 marzo.- Nicaragua elevó a 175 el número de fallecidos a causa de la pandemia de la covid-19 y a 6.557 los casos confirmados desde que la enfermedad se detectó en el país a mediados de marzo pasado, según el informe semanal divulgado este martes por el Ministerio de Salud.
Del miércoles de la semana pasada hasta las 10.00 hora local (16.00 GMT) de este martes hubo un nuevo fallecido atribuible a la covid-19 y 48 nuevos casos confirmados o probables por clínica, de acuerdo con el reporte oficial.
En los últimos siete días, indicó el Ministerio de Salud, «se presentaron otros fallecimientos en personas que han estado en seguimiento debido a tromboembolismo pulmonar, diabetes mellitus, infarto agudo de miocardio, crisis hipertensivas y neumonías bacterianas», aunque no especificó ni la cantidad ni si los pacientes estaban diagnosticados con coronavirus.
Según el informe de las autoridades de Salud, desde el inicio de la pandemia hasta hoy han «dado seguimiento responsable y cuidadoso a 5.216 personas», y otras 35 que permanecían bajo una condición similar «han cumplido el periodo establecido».
Los datos del Ministerio de Salud contrastan con los del independiente Observatorio Ciudadano Covid-19, una red de médicos y voluntarios que da seguimiento a la pandemia, que reporta 2.997 fallecimientos por neumonía y otros síntomas relacionados con el nuevo coronavirus, así como 13.209 casos sospechosos.
También tienen una marcada diferencia con las del Comité Científico Multidisciplinario, que en un estudio de exceso de mortalidad, con base en los datos que el Gobierno publicó hasta agosto pasado, determinó que la pandemia de la covid-19 dejó entre 7.600 y 8.500 muertos hasta ese mes.
El Gobierno que preside el sandinista Daniel Ortega no ha precisado el número de pruebas que ha realizado y se ha limitado a informar del número de casos confirmados, las muertes y recuperados.
El Ejecutivo ha sido criticado desde diversos sectores por promover eventos masivos y aglomeraciones a contracorriente de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), y por no haber suspendido las clases presenciales en medio de la pandemia y apenas establecer restricciones.
El presidente Ortega se declaró en contra de la campaña «Quédate en casa» porque, a su juicio, destruiría la economía local, que se ha contraído desde el 2018 y que es mayoritariamente informal.