Tegucigalpa, 9 marzo.- El , primera fuerza de oposición de Honduras, escogerá en las elecciones primarias del próximo domingo, entre cuatro aspirantes, a su candidato presidencial y otros cargos para los comicios generales de noviembre, en un tercer intento por llegar al poder.
Libre, que surgió como partido en 2011, luego del golpe de Estado del 28 de junio de 2009 al entonces presidente hondureño, Manuel Zelaya, se convirtió en primera fuerza opositora en el Parlamento en las elecciones generales de 2013, relegando a la segunda al centenario Partido Liberal, que durante un siglo ha alternado la silla presidencial con el Nacional, actualmente en el poder.
A las elecciones internas y primarias del domingo, previo a las generales del 28 de noviembre, Libre, cuyo coordinador general es Manuel Zelaya, quien en 2006 había ascendido al poder bajo la bandera del Partido Liberal, llega a la contienda con cuatro aspirantes a la candidatura presidencial.
De los cuatro aspirantes, Xiomara Castro, esposa de Zelaya, fue la candidata presidencial de Libre en 2013 y 2017, en unas elecciones en las que las principales fuerzas de oposición aducen que hubo «fraude».
Los otros tres aspirantes que buscan la candidatura de Libre con el objetivo de sacar al Partido Nacional del poder, en el que lleva tres períodos consecutivos, son Carlos Eduardo Reina, un empresario sobrino del expresidente liberal Carlos Roberto Reina (1994-1998, ya fallecido); Nelson Ávila, economista, y Wilfredo Méndez, abogado y defensor de derechos humanos.
Reina, Ávila y Méndez discrepan en algunas cosas con Xiomara Castro y su esposo como coordinador de Libre, pero coinciden en que si ella resultara ganadora de la candidatura presidencial, la apoyarían para que su partido conserve la unidad y sea el principal impulsor para que el Partido Nacional salga del poder.
Libre tiene 30 diputados de los 128 que conforman el Parlamento, en el que es mayoritario el Partido Nacional, con 61.
En las elecciones primarias del domingo, los partidos Nacional, Libre y Liberal escogerán a sus candidatos presidencial, tres designados presidenciales (vicepresidentes), 128 diputados para el Parlamento local y 20 para el Centroamericano, y 298 alcaldías municipales.
En Libre, al igual que en el Partido Liberal, tienen claro que para sacar al Partido Nacional del poder la oposición debe conformar una alianza, en la que un tercer protagonista sería el Partido Salvador de Honduras, que lidera Salvador Nasralla, excandidato presidencial en dos ocasiones, 2013 y 2017, en las que aduce que le hicieron «fraude».
Libre ya tiene la experiencia de una alianza fallida con Salvador Nasralla, para las elecciones de 2017, cuando él presidía el Partido Anticorrupción (Pac), con el que buscó por primera vez el poder, en 2013.
Honduras retornó a la democracia en 1980 y desde entonces se han celebrado diez elecciones generales consecutivas, sin que hasta ahora se haya consolidado la democracia del país centroamericano, que sigue siendo frágil.
El golpe de Estado a Zelaya en 2009 y la reelección en 2017 del actual presidente, Juan Orlando Hernández, aún cuando no lo permite la Constitución bajo ninguna modalidad, crearon una cadena de crisis política y social que se mantiene todavía en un ambiente de mucha crispación y la exigencia creciente de la oposición de que el gobernante se vaya del poder.
HERNÁNDEZ HACE LLAMAMIENTO A VOTAR EL DOMINGO
El presidente hondureño, de quien sectores de la oposición creen que buscará la reelección en noviembre, a lo que él ha reiterado que no lo hará y que entregará el poder el 27 de enero de 2022, el lunes hizo un llamamiento a los hondureños a salir a votar el domingo.
«Los hondureños hemos librado una lucha democrática histórica durante la última década; superamos la crisis económica y política del 2009, y a pesar de los problemas a los que nos enfrentamos cada día, hemos avanzado eligiendo tres gobiernos sin interrupción, electos de forma libre y en democracia», indicó Hernández en cadena nacional de radio y televisión, repetida hoy.
Agregó que ahora Honduras se encamina a «una nueva fiesta electoral primaria» y a «una elección general en noviembre» que, en su opinión, «serán fiestas democráticas» en las que los hondureños seguirán «dando ejemplo» de que, «aunque exista adversidad, aunque existan problemas económicos y de salud», siempre salen «adelante como una nación civilizada y respetuosa del derecho a elegir y ser electo libremente».
«Es por eso que nuestro deber es salir a votar con entusiasmo por los candidatos que más les simpaticen y por el partido de nuestra preferencia. Nuestro Gobierno ha asegurado todo el apoyo a los organismos electorales y garantiza que todo el proceso se desarrolle como debe ser», enfatizó.
«Ejerzamos nuestro derecho y sintámonos orgullosos de la fiesta democrática hondureña, salgamos todos a votar, porque así se construye democracia, así se hace patria», dijo el gobernante.