Tokio, 11 mar – Japón lamentó este jueves, cuando se cumplen diez años del terremoto y el tsunami que desencadenaron el accidente nuclear de Fukushima, que todavía sigan vigentes restricciones a la importación de productos de la región y abogó por su levantamiento.
En un comunicado difundido con motivo de la efeméride, el ministro de Asuntos Exteriores japonés, Toshimitsu Motegi, calificó de «lamentable» este hecho y dijo que «el gobierno de Japón hará su máximo esfuerzo, basado en la evidencia científica, para que las restricciones se levanten lo antes posible».
Quince de los 54 países y regiones que implementaron restricciones a la importación de productos alimenticios producidos en Fukushima a raíz del accidente nuclear de 2011 mantienen algunas a día de hoy.
Entre estros territorios están la Unión Europea, China, Hong Kong y Taiwán. Las tres potencias asiáticas estuvieron entre los cinco principales destinos de exportación alimentaria japonesa en 2020.
Las exportaciones agrícolas, pesqueras y forestales de la prefectura de Fukushima se recuperaron a los niveles previos al desastre en 2017 «y han seguido alcanzando máximos históricos durante tres años consecutivos desde entonces», señaló Motegi.
El gobierno japonés busca que el levantamiento de restricciones contribuya a mejorarlas todavía más.
Al margen de esta cuestión, que las autoridades de Japón han achacado repetidamente a rumores dañinos que siguen causando daño reputacional a la región del noreste del país, el jefe de su diplomacia envió un mensaje de agradecimiento por el apoyo recibido en múltiples ámbitos a raíz del desastre.
Motegi recordó el envío de personal por parte de 24 países y otras organizaciones internacionales para la búsqueda de desaparecidos y brindar apoyo médico tras la catástrofe, así como las donaciones monetarias para contribuir a la gestión y recuperación de la zona.
Según Exteriores, Japón recibió donaciones por valor de 17.500 millones de yenes (132 millones de euros/161 millones de dólares) y otros materiales de más de un centenar de países y organizaciones.
«El pueblo japonés nunca olvidará la generosidad mostrada y el amable apoyo brindado por la gente de todo el mundo a raíz del Gran Terremoto del Este de Japón», dijo el ministro.
El canciller nipón puso de relieve el aumento de la frecuencia de los desastres naturales y destacó la importancia de potenciar las medidas y capacidades de prevención, donde Japón busca jugar un papel clave tras las lecciones aprendidas.