En Colombia se debe dejar de justificar el asesinato de cualquier persona: sea un civil, un soldado, un delincuente común o un guerrillero. Esa es la reflexión de monseñor Darío de Jesús Monsalve, arzobispo de Cali, quien en el Foro Nacional de Víctimas pidió que al país se le «desintoxique» de la mentalidad de limpieza social, de la mentalidad de exterminar al contrario. Eso es lo que ha venido insistiendo por tres décadas este prelado antioqueño que tiene la vocación de pensar distinto de quienes tienen por estilo de vida la guerra. Tanto así que la justicia penal militar lo procesó tres veces y en las tres se defendió: las dos primeras por denunciar dos falsos positivos en Santander y la última porque dijo en 2011 que «Alfonso Cano» murió reducido y en estado de indefensión, «herido, ciego y solo». Continuar leyendo aquí