Vivimos tiempos difíciles, el tejido social está roto, la ambición de poder y dinero de unos pocos está destruyendo un trabajo de unidad que se venía haciendo desde hace muchos años y es nuestro deber restablecerla.
Estamos presenciando la inversión de los valores que durante toda nuestra vida han sido fuente de progreso, convivencia y orden social. Continuar leyendo aquí