Santo Domingo, 18 marzo.– Un grupo de activistas cumplió este jueves una semana de acampada frente a la sede del Gobierno dominicano para exigir la despenalización del aborto en determinados supuestos, una protesta que ha calentado el debate sobre la interrupción del embarazo en el país.
Al cumplirse una semana del inicio de la protesta, la acampada ha ganado envergadura, con la adhesión de carpas, tiendas de campaña y, sobre todo, con el aumento de apoyo y de voluntarios.
Comenzaron con cuatro tiendas y ya superan la docena, se han instalado cuatro carpas y cuentan con una zona de avituallamiento gracias a las donaciones que reciben a diario para prestar apoyo a las personas que pernoctan ahí cada día.
Pero lo más destacable de esta semana son «las personas que han ido sumándose, cómo cada día muestran su apoyo», ya sea «quienes pueden venir a amanecer» en el campamento, o «quienes colaboran con agua, alimentación, con mensajes de apoyo…», dijo a Efe la activista Tania Hernández.
Hoy, además, un grupo de cinco diputados y senadores visitó el campamento para expresar su apoyo a las mujeres que se han apostado allí en favor del aborto.
Los tres supuestos del aborto cuya despenalización se debate en República Dominicana son el riesgo para la vida de la madre, la malformación del feto y la violación o incesto.
Actualmente, en el Congreso Nacional se debate la posibilidad de incluir la despenalización del aborto en la reforma del Código Penal o, en su defecto, impulsar una ley especial sobre el particular, opción que parece contar con un mayor respaldo entre los legisladores.
Los detractores de las tres causales argumentan que cualquiera de estas opciones son anticonstitucionales, puesto que la Carta Magna protege la vida desde el momento de la concepción.
El arzobispo de Santo Domingo, Francisco Ozoria, dijo este jueves que si se despenaliza el aborto, entonces se está «aprobando la pena de muerte».
La República Dominicana es uno de los seis países de América que mantienen una prohibición total del aborto, junto con El Salvador, Honduras, Nicaragua, Haití y Surinam.