El Paso (EE.UU.), 24 mar – Estados Unidos no está permitiendo la entrada de menores indocumentados que crucen desde México, los está enviando a un proceso de deportación legal, donde tendrán que justificar ante un juez de migración la posibilidad de ser beneficiados con un asilo, aclaró el director de la ONG Casa Anunciación, Rubén García.
El activista, cuya organización está a cargo de una red de albergues en la ciudad de El Paso (Texas), consideró «totalmente equivocado» pensar que Estados Unidos haya abierto las puertas a la entrada de niños y adolescentes inmigrantes que lleguen sin sus padres o un representante legal.
«Lo que Estados Unidos está haciendo es (que) no está expulsando una vez que un menor entra a Estados Unidos ilegalmente. Así es que la percepción que un menor puede llegar a la frontera y que Estados Unidos los está dejando entrar, eso no está pasando», detalló García en una entrevista con Efe.
Según García, lo que sí está ocurriendo es que los pequeños que son detenidos por la Patrulla Fronteriza después de atravesar hacia territorio estadounidense están siendo llevados al «proceso de deportación legal».
«Ellos van a tener que pelear su deportación más delante, pero no los están expulsando o deportándolos automáticamente. Les están dando la oportunidad de conseguir un abogado para pelear su caso de lo que viene siendo básicamente asilo», detalló.
García apuntó que tan pronto un pequeño es retenido por las autoridades migratorias es llevado a un centro de detención para menores de edad, donde las autoridades buscan comunicarse con un familiar o una persona que pueda recibirlos de manera adecuada en el país.
Si el familiar o la persona es adecuada, “migración suelta al menor para que se pueda reunificar con un familiar en Estados Unidos y luego el caso migratorio es transferido a la ciudad donde vive el familiar y allí es donde empieza el proceso para el menor de pelear su caso, pero va a tener que pelear su caso, va a tener que ganar su caso de asilo», subrayó.
Consultado sobre las cifras, García estimó que van en camino de alcanzar los niveles de 2019, cuando se experimentó un repunte de los cruces de indocumentados.
Solo en mayo de ese año, 132.856 personas pasaron de forma irregular la frontera desde México y fueron aprehendidas por las autoridades migratorias estadounidenses, de las cuales 11.475 eran menores de edad no acompañados.
«Yo creo que vamos en ese camino», admitió García, pero observó que el panorama se ha complicado por la pandemia, ya que los menores detenidos están pasando en algunos casos más de 72 horas en manos de la Patrulla Fronteriza antes de ser enviados a un albergue autorizado por el Gobierno, pues en estos la capacidad de recibir a los pequeños se ha restringido.