Tokio, 31 mar – El Gobierno de Japón anunció hoy que ha paralizado las ayudas al desarrollo que concede a Birmania a raíz del golpe de Estado militar perpetrado en febrero, con la excepción de las que considera indispensables con fines humanitarios.
El Ejecutivo nipón comenzó a revisar sus donaciones a Birmania a partir del golpe del pasado 1 de febrero, y está autorizando «solo los casos considerados importantes desde el punto de vista humanitario y para mejorar las condiciones de vida de los birmanos», dijo hoy en rueda de prensa el ministro portavoz nipón, Katsunobu Kato.
Japón, uno de los mayores donantes internacionales de ayudas al desarrollo a Birmania, solo ha concedido financiación para dos proyectos de ese tipo desde febrero, según explicó Kato, que añadió que Tokio está analizando los casos al detalle «para decidir cuáles se aprueban y cuáles no».
El Gobierno nipón «está estudiando qué medidas concretas futuras serían las más efectivas para contribuir a estabilizar la situación en Birmania y a que se restablezca la democracia», explicó Kato.
A diferencia de su principal aliado, Estados Unidos, y de la Unión Europea y de otros países occidentales, Japón por el momento ha descartado la imposición de sanciones a la cúpula militar birmana tras el golpe y la represión violenta de las fuerzas de seguridad de las protestas, que ha dejado más de 500 civiles muertos.
Japón entregó a Birmania unos 190.000 millones de yenes (1.700 millones de dólares) en ayudas al desarrollo en 2019, lo que le sitúa como el mayor donante al país junto a China, según datos del Ministerio nipón de Exteriores.
Tokio mantiene estrechos comerciales lazos con Birmania, donde operan cerca de medio millar de empresas niponas, principalmente en el sector manufacturero, y es el quinto mayor inversor foráneo en el país.