Bangkok, 3 abril de 2021.- Seis policías birmanos murieron en el ataque a una comisaría en la región de Sagaing, en el centro de Birmania, según informó este sábado la prensa local, mientras siguen las protestas contra la junta militar, cuya brutal represión desde el golpe de Estado del 1 de febrero ha costado al menos 550 muertes.
Según indicó hoy el diario digital Myanmar Now, un policía de 25 años que desertó y se unió al movimiento de protesta lideró el ataque el jueves con tres granadas de mano que causó la muerte a cinco policías de la comisaría de Tamu
El sexto fallecido fue el policía rebelde, que recibió un disparo de las fuerzas de seguridad, según relataron testigos a Myanmar Now.
A pesar de la brutal represión que ha costado al menos 550 vidas según los últimos datos de la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos de Birmania, las protestas continuaron este sábado en distintos puntos del país.
Según el Khit Thit Media, otras tres personas perecieron hoy por disparos policiales en la localidad de Monywa, también en la región central, y una más falleció en Tahtone, al sur, por disparos de las fuerzas de seguridad durante las protestas.
A las muertes se suma el incesante goteo de detenciones, al menos 2.751 según la AAPP, incluidas cinco personas arrestadas en Rangún, la ciudad más poblada, tras responder a las preguntas de la periodista del canal de televisión estadounidense CNN, Clarissa Ward, según Myanmar Now.
La llegada el pasado martes de Ward, invitada supuestamete por la junta, ha causado polémica en un país donde la represión militar dificulta sobremanera el trabajo de los periodistas, que tienen que trabajar de forma clandestina, expuestos a ser detenidos o a la violencia de las fuerzas de seguridad.
Muchas de las fotos y vídeos que documentan la brutalidad de las autoridades han sido realizados por civiles no profesionales, que luego las comparten en las redes sociales, aunque esto se ha vuelto más difícil debido al bloqueo de internet.
El jueves, las autoridades suspendieron de manera indefinida el servicio wifi que ofrecían proveedores de internet en algunos lugares públicos, lo que se suma al corte nocturno de la red desde hace 46 noches y de la señal móvil desde hace 17 días.
El corte de internet y el uso de armamento como lanzagranadas, ametralladoras y otros armamentos de guerra llevó al relator especial de Naciones Unidas sobre Birmania, Tom Andrews, a reiterar hoy su petición de sanciones y de un embargo de armas para cortar el suministro de ingresos y de armas a la junta.
«Esta locura debe terminar», recalcó.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas condenó el jueves la violencia contra «manifestantes pacíficos» y la muerte de civiles, incluidos niños, en su tercera pronunciamiento sobre la crisis birmana.
Los uniformados, que ya detentaron el poder entre 1962 y 2011, justifican el golpe por un supuesto fraude electoral en los comicios del pasado noviembre, en los que arrasó el partido de Aunq San Suu Kyi, como ya hiciera en 2015, y que fueron considerados legítimos por los observadores internacionales.