Jerusalén, 5 abril.- El primer ministro en funciones israelí, Benjamín Netanyahu, que volvió hoy a la corte para la fase probatoria del juicio por corrupción en su contra, obtuvo hoy el mayor número de recomendaciones para ser quien intente formar Gobierno y evitar nuevas elecciones.
Israel vivió hoy una jornada histórica, en la que el mandatario debió sentarse nuevamente en el banquillo mientras representantes de los distintos partidos se reunían con el presidente para recomendar a quien quieren que reciba el encargo de formar un Ejecutivo.
Fueron 52 las recomendaciones que recibió hoy Netanyahu, 7 más que las 45 recibidas por el centrista Yair Lapid, y que lo dejan mejor posicionado para ser quien reciba el encargo de formar Gobierno por parte del presidente, Reuvén Rivlin, decisión que se prevé haga oficial el miércoles.
El hecho de contar con la mayoría de las recomendaciones no significa, sin embargo, que sea el primer ministro a quien Rivlin designe para intentar formar un Ejecutivo.
Un factor clave para la ventaja numérica que obtuvo hoy el jefe de Gobierno fue la profunda división interna entre los partidos opositores, de corrientes ideológicas muy diversas y que no alcanzaron un acuerdo sobre a quién recomendar.
Más allá de la decisión de Rivlin, quien sea que reciba el encargo no tendrá una tarea fácil, dado que ni el bloque en favor de Netanyahu ni la oposición alcanzaron el mínimo de 61 de los 120 escaños necesarios para gobernar, y no parecen haber logrado acercamientos en las negociaciones de las últimas dos semanas.
LA JUSTICIA, OTRO PROBLEMA PARA NETANYAHU
A la compleja situación política que enfrenta el mandatario se suma una más compleja aún situación judicial, que tuvo hoy un nuevo capítulo en el Tribunal de Distrito de Jerusalén, donde avanza el juicio por corrupción en su contra.
Así, mientras Rivlin se reunía con representantes de los partidos, a pocos kilómetros de distancia, Netanyahu observaba desde su asiento en la corte cómo la fiscal general del Estado adjunta, Liat Ben-Ari, enumeraba las pruebas que presentará en las próximas semanas y que asegura incriminan al mandatario en los tres casos de corrupción por los que está acusado de fraude, cohecho y abuso de confianza.
El primer recurso de la Fiscalía fue citar a declarar a Ilan Yeshua, exdirector ejecutivo del portal de noticias Walla, cuyo dueño, Shaul Elovitch, habría recibido favores por parte del jefe de Gobierno a cambio de cobertura favorable para él y su familia.
Elovitch, que también estuvo presente, es dueño del gigante de telefonía israelí Bezeq, que habría sido la compañía beneficiada por los favores del mandatario.
El testimonio de Yeshua fue muy duro e incluyó precisos detalles sobre el día a día de la redacción de Walla, sobre la que dijo que constantemente llegaban pedidos o indicaciones desde la oficina de Netanyahu, a quien los redactores incluso llegaron a apodar «Kim», en referencia al dictador norcoreano Kim Jong-un.
Poco después del final de la audiencia, el primer ministro realizó una breve declaración a la prensa y comparó al juicio en su contra con un «intento de golpe de Estado», al mismo tiempo que acusó un «abuso de autoridad» por parte de la Justicia.
UN FUTURO INCIERTO
Ante esta situación, el futuro del jefe de Gobierno más longevo de la historia de Israel es incierto, y podría tomar formas muy diversas.
Mientras que los cargos en su contra prevén varios años de cárcel, el juicio, que continuará mañana e incluirá tres sesiones semanales por un período indefinido de tiempo, recién comienza y podría extenderse durante años.
En el plano político, la oposición sigue sin encontrar soluciones a sus diferencias y el bloque ultraortodoxo y ultraderechista de Netanyahu no parecería estar listo para soltarle la mano.
Esta situación podría llevar a Israel a unas quintas elecciones en poco más de dos años, que pondrían el futuro del mandatario en manos de un electorado que, tras presenciar durante meses un sinfín de formalidades judiciales, hoy empezó a conocer los detalles de los cargos por corrupción contra su primer ministro.
Pablo Duer