Washington, 8 abril.- Las detenciones de inmigrantes indocumentados en la frontera entre Estados Unidos y México alcanzaron en marzo su mayor nivel mensual en 20 años, al aumentar casi un 71 % respecto a febrero, informó este jueves la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense (CBP, en inglés).
Además, la CBP detuvo en marzo a un récord histórico de menores que llegaron a la frontera solos, un total de 18.890, el doble que en febrero y la cifra máxima para un solo mes desde que la agencia empezó a contabilizar esos datos en 2009.
El mes pasado, los agentes fronterizos de Estados Unidos interceptaron en total a 172.331 indocumentados en el linde, un aumento del 70,6 % respecto a los 101.028 de febrero de este año, según los datos actualizados este jueves por la CBP.
Esas cifras evidencian la gravedad de la crisis migratoria en la frontera sur de Estados Unidos, donde la llegada de indocumentados no ha dejado de aumentar desde mayo de 2020 y se ha disparado desde que el presidente de EE.UU., Joe Biden, asumió el poder en enero.
De los más de 172.000 inmigrantes interceptados en marzo, un total de 168.195 fueron «aprehendidos» por la CBP al cruzar irregularmente, mientras que otros 4.136 llegaron a las garitas de ingreso de la frontera, donde en muchos casos son declarados «inadmisibles».
La cifra de 168.195 detenidos en zonas entre puertos de entrada es la mayor en un solo mes desde marzo de 2001, cuando la CBP arrestó a 170.580 indocumentados, según datos oficiales de la agencia revisados por Efe.
Ese récord inédito en dos décadas, sumado al máximo histórico en la llegada de menores solos, aumentará la presión sobre el Gobierno de Biden, cuyo secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, visita este jueves por tercera vez la frontera sur, al desplazarse a El Paso y McAllen, en el estado de Texas.
La mayoría de las detenciones en la frontera en marzo fueron de adultos que viajaban solos, un total de 99.659; mientras que 53.782 fueron miembros de familias o menores acompañados.
El 60 % de los arrestados en la frontera en marzo, un total de 103.900, fueron expulsados inmediatamente en virtud del llamado «Título 42», una medida amparada en la pandemia de la covid-19 que se instauró bajo el Gobierno del expresidente Donald Trump y que Biden ha mantenido en pie.
Esa norma permite a Estados Unidos expulsar inmediatamente a los adultos que viajan solos y las familias con niños mayores de 7 años.
En marzo, el 28 % de los afectados por el «Título 42» ya habían cruzado antes la frontera y habían sido deportados en virtud de la misma medida, según los datos.
En cuanto a los menores que llegaron solos, la cifra de 18.890 supera el anterior récord marcado en mayo de 2019, que era de 11.475; y está también muy por encima del máximo de 10.620 alcanzado en junio de 2014, en pleno auge de la crisis migratoria que ocupó ese año al Gobierno del expresidente Barack Obama.
El Ejecutivo de Biden ha recibido críticas porque muchos menores que han cruzado la frontera se han quedado más tiempo del permitido por ley en centros de detención gestionados por la CBP, que no están diseñados para niños.
De los 18.890 menores solos detenidos en marzo, 15.843 procedían del Triángulo Norte de Centroamérica, entre ellos 8.366 de Guatemala, 5.907 de Honduras y 1.570 de El Salvador; mientras que 2.452 eran mexicanos y otros 595, de otras nacionalidades.