Washington, 14 abril.- El vínculo entre las trombosis aparecidas en vacunados contra la covid-19 con los sueros de Johnson&Johnson (J&J) y AstraZeneca no está claro, afirmó este miércoles una experta de un comité de los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades de EE.UU. (CDC, en inglés).
Así lo declaró la doctora de los CDC Beth Bell en una reunión del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP, en inglés), que está revisando los datos de la vacuna de J&J, después de que el martes las autoridades de EE.UU. recomendaran suspender su administración tras detectar seis casos de trombosis cerebral en mujeres, de las que una ha muerto.
«No está claro si los trombos vistos después de que la gente recibiera las vacunas de AstraZeneca y de Johnson&Johnson sean los mismos», indicó Bell.
ACIP, un órgano de expertos independientes que asesora a los CDC, está celebrando este miércoles una reunión de urgencia para analizar si actualiza las recomendaciones sobre el uso de la vacuna de J&J en EE.UU.
El país ha dado autorización para uso de emergencia a los sueros de Pfizer y Moderna, que requieren de dos dosis, y al de J&J, que es monodosis. AstraZeneca todavía no ha solicitado este permiso en EE.UU.
Los casos de efectos adversos detectados en EE.UU. son similares a los registrados en varios países de Europa en vacunados con AstraZeneca.
Durante el encuentro de ACIP, los expertos revisarán los datos de que disponen del suero de J&J y escucharan comentarios del público antes de votar sobre cómo proceder.
Una de las opciones es que en la votación den luz verde a la emisión de una recomendación que inste a que la suspensión de la vacuna de J&J continúe o que se aplique únicamente a determinadas franjas de edad.