Washington, 28 abr – El gobernador republicano de Arizona, Doug Ducey, firmó una polémica ley contra el aborto que convierte en delito la interrupción del embarazo si se basa en condiciones genéticas como síndrome de Down o fibrosis quística, a menos que haya riesgo mortal para la madre.
«Hay un valor inconmensurable en cada vida sin tener en cuenta la configuración genética. Continuaremos dando prioridad a la vida de nuestros niños antes de nacer», señaló Ducey en un comunicado divulgado en la noche del martes.
Ducey remarcó que de este modo «Arizona se mantiene como uno de los mayores estados pro-vida en la nación».
La legislación implica que los doctores que lleven a cabo embarazos en estos casos pueden afrontar cargos criminales.
La medida fue aprobada gracias al apoyo de la mayoría republicana en el Congreso estatal y con el rechazo completo de los demócratas.
El legislador demócrata estatal Diego Espinoza cargó contra la legislación al señalar que va contra «las familias, las mujeres y los doctores» y se mostró «entristecido» porque Arizona «ignore» las «necesidades y deseos» de los ciudadanos «por una agenda política extrema».
Varias organizaciones de derechos civiles, como la Unión de Libertades Civiles de EEUU (ACLU, en inglés), criticaron la medida al asegurar que tendrá «consecuencias no intencionadas» como «forzar a gente a dar a luz contra su voluntad».