Washington, 2 may – El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró este domingo que su país continuará «vigilando y desbaratando» cualquier amenaza que surja en Afganistán, de donde han empezado a retirarse las tropas estadounidenses, y que seguirá atento a la «amenaza de los grupos terroristas que han hecho metástasis en todo el mundo».
«Trabajaremos para contrarrestar las amenazas terroristas a nuestra patria y a nuestros intereses en cooperación con aliados y socios de todo el mundo», prometió Biden en un comunicado difundido por la Casa Blanca con motivo del décimo aniversario de la operación en la que murió el líder de Al Qaeda Osama Bin Laden.
El gobernante estadounidense recordó el momento en el que se unió al entonces presidente Barack Obama -de quien Biden fue vicepresidente- y su equipo de seguridad nacional para ver cómo los militares estadounidenses «impartían la tan esperada justicia» a Bin Laden.
«Habían pasado casi diez años desde que nuestra nación fue atacada el 11 de septiembre y fuimos a la guerra en Afganistán, persiguiendo a Al Qaeda y sus líderes. Seguimos a Bin Laden hasta las puertas del infierno y lo atrapamos», afirmó.
Biden subrayó que Estados Unidos mantuvo su promesa a quienes perdieron seres queridos el 11 de septiembre de que no olvidarían a las víctimas y que no vacilaría en su compromiso de prevenir otro ataque y mantener a su pueblo a salvo.
«Ahora, como resultado de esos esfuerzos, mientras ponemos fin a la guerra más larga de Estados Unidos y retiramos las últimas de nuestras tropas de Afganistán, Al Qaeda está muy degradada allí», afirmó el presidente demócrata.
La guerra de Afganistán, que comenzó en octubre de 2001, es la más larga de la historia de EE.UU.
La Casa Blanca anunció el jueves que las tropas estadounidenses ya comenzaron a retirarse de Afganistán y explicó que el Pentágono ha desplegado fuerzas adicionales en la región para disuadir a cualquier grupo de posibles ataques.
Actualmente, hay unos 3.500 efectivos estadounidenses en Afganistán, entre ellos 2.500 militares y 1.000 miembros de las fuerzas especiales; mientras que la OTAN mantiene a otros 7.000 soldados, procedentes de otros países de la Alianza y socios como Georgia.
El Gobierno de Biden prevé que el retorno de las tropas se complete antes del vigésimo aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Sin embargo, los plazos marcados por Biden contradicen los establecidos en el acuerdo al que llegaron el año pasado los talibanes y el Gobierno de Donald Trump (2017-2021), que establecía la salida completa de las tropas de EE.UU. y del resto de países de la OTAN antes del 1 de mayo.