Oporto (Portugal), 7 mayo.- Los líderes europeos reunidos en la ciudad lusa de Oporto aprovechan hoy las primeras horas de la cumbre para avanzar en el respaldo a la declaración que dibuja las bases del modelo social para esta década.
Las discrepancias antes de este tipo de citas internacionales sobre los términos del texto final son habituales y, según fuentes europeas consultadas por Efe, en la cita de Oporto no impedirán cerrar un acuerdo.
El objetivo es conseguir unanimidad en la declaración de respaldo al plan de acción que desarrolla el ambicioso Pilar Europeo de Derechos Sociales, 20 propuestas para reducir el paro y la brecha de la desigualdad, mejorar la formación y garantizar la protección social.
Para lograrlo es necesario un compromiso común, aunque las políticas sociales responden al ámbito nacional, no a la esfera de las instituciones europeas.
No obstante, refrendar las metas del Pilar Social abre la puerta a la UE a revisar los objetivos sociales periódicamente, en el marco del llamado Semestre Europeo -el análisis de la Comisión sobre las cifras macro-, explicaba esta semana el ministro luso de Asuntos Exteriores, Augusto Santos Silva, en una entrevista con Efe.
Y este ha sido uno de los motivos de fricción previos a la cita de Oporto.
PROPUESTAS MÁS AMBICIOSAS
Países como España y Bélgica propusieron a la UE un marco de seguimiento de los indicadores sociales.
En una declaración conjunta previa a la cita de Oporto, sostienen que el Pilar debe convertirse en un instrumento para «equilibrar las políticas económicas y el mercado único con una estrategia de crecimiento más social y sostenible».
Una propuesta que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, planteará hoy a sus socios comunitarios durante su participación en el panel relativo al empleo en la Cumbre Social y en el que animará a aprovechar los planes de recuperación para reducir la tasa de paro.
El texto español subraya que la recuperación tras la pandemia debe ser verde, digital y social, sin dejar a nadie atrás.
POLÍTICAS SOCIALES, POLÍTICAS NACIONALES
Una postura muy diferente a la expresada hace unas semanas por once países del bloque que reivindican las competencias nacionales sobre las políticas sociales en una declaración oficiosa, los llamados «non papers» europeos.
Algunos nórdicos -como Finlandia, Dinamarca y Suecia- se sumaron al bloque del Este – Estonia, Letonia, Lituania, Bulgaria- y a Austria, Irlanda, Malta y Países Bajos.
«La implementación efectiva del Pilar Social depende en gran medida de la acción de los Estados miembros, que son los principales responsables de empleo, educación y competencias y políticas sociales», señala la declaración.
«Una acción específica a nivel de la UE puede complementar la acción nacional», agrega, pero «cualquier acción a nivel de la UE debe respetar plenamente la división de las competencias de la Unión, sus Estados miembros y los interlocutores sociales».
Un planteamiento que, explicó a Efe Iratxe Garcia, líder del grupo parlamentario de los socialdemócratas europeos, no debe afectar al objetivo de la cumbre.
«Lo importante es que celebremos un debate y que consigamos tener unos estándares mínimos para todos los países», apuntó García.
También el comisario europeo de Empleo, Nicolas Schmit, se refería al tema en vísperas de la cumbre para insistir en que el camino de la Europa social está claro.
«Es una cuestión de persuasión: todos sabemos que hay Estados miembros que a lo mejor no están muy interesados porque consideran que esa parte social es algo nacional, que no tiene que ver con Europa, pero esta idea está equivocada», constató.
«El tratado da a la Comisión determinadas competencias, poderes, en la vertiente social y no podemos construir una buena unión económica y dejar a un lado la vertiente social», advertía.
CUESTIÓN DE GÉNERO
Pero ha habido también diferencias por cuestiones que, a priori, parecerían superadas en el seno de la UE, como por el uso del término «igualdad de género».
La inclusión de la fórmula «igualdad de género» en la declaración final había provocado reservas en Hungría y Polonia, que, de acuerdo con las mismas fuentes europeas, han quedado ya satisfechas con la redacción definitiva.
A su llegada a la cumbre, el jefe del Gobierno húngaro, Viktor Orbán, afirmó hoy no tener intención de «mezclar una disputa ideológica con un fuerte compromiso de igualdad entre hombres y mujeres».
«Tenemos algunas diferencias y después encontramos la solución», aseveró.
El término «género», según la organización de la cumbre, aparecerá en la declaración final en los capítulos referidos a empleo, salarios y pensiones.
La declaración final de la cumbre será aprobada mañana, en la segunda y última sesión de la cita de Oporto, a la que asisten presencialmente 24 de los 27 líderes europeos, en una demostración de la apuesta comunitaria por la política social, según el anfitrión, el primer ministro portugués, Antonio Costa.
Mar Marín