Ciudad de México, 19 may – El representante del papa Francisco en México, Franco Coppola, admitió que miembros de la Iglesia mexicana «encubrieron» durante años los casos de abusos en el país, por los cuales hay más de 271 sacerdotes denunciados.
«Pienso seriamente que hubo personas que encubrieron con intención mala. Quiero pensar que también hubo personas que encubrieron sin darse cuenta de lo grave que era un gesto o una mano», explicó este miércoles en entrevista con Efe en la sede de la nunciatura apostólica en la Ciudad de México.
El nuncio explicó que «ya hay procesos en curso» para detectar «la red de encubrimiento» que protegió a Marcial Maciel (1920-2008), fundador de los Legionarios de Cristo y acusado de abusar sexualmente de miembros de la congregación y discípulos.
Coppola dijo que comenzó a enfrentarse a la «situación del abuso» cuando llegó a México como nuncio a finales de 2016, y que antes no tuvo «oportunidad de encontrar ningún caso de este tipo ni de pensar esa cosa» en los otros países en los que estuvo destinado.
«Es una tragedia terrible de la cual puede ser que no fuéramos conscientes. Cada vez que me encuentro con las víctimas me doy cuenta de cuánto es verdad lo que dijo el papa Francisco de que (el abuso) se trata de un asesinato psicológico», expresó.
Según datos de la Iglesia mexicana, durante la última década 271 clérigos han sido acusados de abuso infantil, de los cuales 103 han sido cesados, 45 no han sido suspendidos y 123 tienen expedientes pendientes de conclusión.
En marzo de 2020 estaba prevista la visita a México de una delegación enviada por el papa y encabezada por el arzobispo Charles Scicluna para asesorar y evaluar al clero local en la lucha contra los abusos sexuales, pero fue cancelada por la pandemia.
Coppola aseguró que la delegación llegará a México «cuando termine el problema» de la pandemia, no obstante aseguró que «no se ha parado el esfuerzo» de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
«Una gran parte de las diócesis ya tiene comisiones de protección de menores y la conferencia episcopal se ha encargado de capacitarlas», contó el nuncio, quien dijo que han contado con el asesoramiento de abogados, psicólogos y psiquiatras.
Tras haber contactado con varias víctimas de abusos, Coppola opina que la pederastia «es peor que un asesinato» porque deja consecuencias para toda la vida como «dificultad para relacionarse con las otras personas».
«Pienso que no había tanta conciencia de lo que pasaba a estas personas. Gracias a las que han revelado lo que le ha pasado, nos ha ayudado a tomar conciencia y tomar la postura del papa de cero tolerancia», dijo.
EFE