Desde hace varias décadas se conoce la existencia de la macro y micro extorsión en el Valle de Aburrá, las dos se han convertido en una fuente importante de ingresos económicos para el crimen organizado, permitiendo esto el fortalecimiento de sus finanzas ilegales.
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En la micro extorsión bautizada como ‘Vacuna’ al parecer porque es rápida y no la siente quien la paga, la cual oscila entre 40.000 hasta dos millones de pesos, se ha venido extendiendo a todos los sectores de la sociedad e incluso se sabe de pagos realizados directa o indirectamente por las administraciones municipales en especial la de Medellín.
Las encargadas de realizar los cobros son las estructuras paramafiosas de los ‘Urabeños’ y la Oficina del Valle de Aburrá, a través de las bandas o bloques urbanos bajo el supuesto de garantizar la seguridad en los sectores donde hacen presencia, en el caso de Medellín eso ocurre en el 70% del territorio. Es claro que la masificación de la ‘Vacuna’ en el Valle de Aburrá es una realidad difícil de ocultar.
Por ejemplo, en el segundo semestre del año que termina, el director de Fenalco Antioquia, reconocía la gravedad del problema, “El 90% de los comerciantes del valle de Aburrá tienen que pagar extorsiones que van desde los 50.000 hasta los 200.000 pesos semanales”, (Extractado del ADN Medellín, 19/09/14). Las palabras del saliente comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá (MEVAL) Mayor General José Ángel Mendoza Guzmán, así lo confirman, “La ‘Vacuna’ hace parte de la canasta familiar’.
Parece inverosímil pero es cierto, el Estado recauda impuestos y el crimen cobra la ‘Vacuna’, los dos se pelean o se complementan en su recolección, la diferencia radica en que el primero sanciona, el segundo mata, desplaza y despoja.
La premisa del Estado colombiano al cobrar impuestos es que su recaudación garantiza el mejoramiento de la calidad de vida de las y los ciudadanos, con esto dice generar seguridad, el crimen habla de garantizar la seguridad y en la época decembrina afirma que el cobro de una ‘Vacuna extra’ posibilita llevar amor, paz y felicidad a las comunidades más marginadas de la ciudad innovadora.
La recolección de la ‘Vacuna extra’ inicia a mediados de octubre y se extiende hasta el seis de enero, lo que no implica la modificación o cese del cobro de la ‘Vacuna’ tradicional. El cobro extra se ha extendido a lo largo y ancho de la ciudad bajo la justificación de realizar fiestas a la comunidad. Los criminales piden para supuestamente comprar pólvora, regalos y para hacer los sancochos, la natilla y los buñuelos.
En las Comunas y Corregimientos las bandas piden desde 100 mil hasta 1.000.000 de pesos, en el Picacho, Comuna 6, se solicita incluso la entrega de marranos, todo esto bajo la falsa premisa de darle bienestar a la comunidad.
Mientras tanto el espíritu navideño nos envuelve a todos, en especial el accionar del Estado local, el cual pareciera dormir el dulce sueño de los justos……
En Medellín, «alboradas mafiosas» cobran vacunas desde 100 mil hasta 1 millón de pesos
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