Quito, 24 junio.- El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, se encuentra con ánimo y adolorido tras haber sido sometido el miércoles a una intervención quirúrgica en Estados Unidos, informó este jueves su esposa, María de Lourdes Alcívar.
«Mi esposo amado está con ánimo!. Adolorido, como es normal después de una operación. Pero se va recuperando bien. Hoy lo levantan. Cuánta bendición. Un fuerte abrazo!», escribió en su cuenta de Twitter Alcívar, quien acompaña al mandatario.
El miércoles fue su hijo Guillermo Enrique quien informó también a través de redes sociales que Lasso se encontraba estable tras la operación y que «pronto» pasaría a recuperación.
«Concluyó la intervención. Gracias nuevamente a todos por sus mensajes. Guillermo Lasso está estable y pronto pasará a recuperación en post operatorio», rezaba un tuit del hijo.
La intervención, para retirarle un quiste que le bloqueaba la movilidad en la pierna derecha, se prolongó unas cinco horas, según la progresión de los distintos mensajes oficiales y de la familia.
La Secretaría de Comunicación de la Presidencia ecuatoriana notificó en la tarde del miércoles que la cirugía fue de «mediana complejidad y poco invasiva en la zona lumbar» y que culminó con éxito, «sin complicación alguna».
De 65 años, Lasso sufría de una limitación de movilidad desde 2013, cuando sufrió un accidente en España con fractura de tibia y peroné, y se le quedaron dos quistes de una anestesia aparentemente mal aplicada en la espalda.
Uno de los quistes le fue retirado en Cleveland (EE.UU.) en 2018, y el segundo el miércoles en Miami.
El objetivo de la intervención fue que el presidente, que entró en funciones el pasado 24 de mayo y se ayuda de un bastón para caminar, pudiera recuperar la movilidad de la pierna mediante una microcirugía para tratar, por catéter, el quiste.
La intervención estaba programa desde antes de ser elegido presidente el 11 de abril, y el domingo, cuando partió hacia Estados Unidos en el avión oficial confirmó que seguía legalmente en todas sus funciones y que no las había delegado en su vicepresidente, Alfredo Borrero.