Washington, 1 julio.- El presidente estadounidense, Joe Biden, lamentó este jueves la «dañina» decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos de validar dos reglas electorales del estado de Arizona que, según los demócratas, restringen el acceso al voto para las minorías raciales.
«Estoy profundamente decepcionado por la decisión de hoy del Tribunal Supremo de Estados Unidos», dijo Biden en un comunicado.
El mandatario opinó que el fallo de la corte «socava la ley del derecho al voto» de 1965 y «mantiene en pie lo que la jueza» progresista Elena Kagan, que se opuso a la decisión, ha descrito como «una disparidad notable en cuanto a las oportunidades de voto según la raza».
Biden denunció que «en un plazo de solo ocho años», el Supremo ha hecho «un daño grave» a partes cruciales de la ley sobre voto de 1965, puesto que en 2013 ya debilitó un apartado fundamental de esa reforma electoral.
«Por muy dañina que sea la decisión del Tribunal, no limita la capacidad del Congreso de reparar el daño que se ha hecho hoy: devuelve la pelota al Congreso para que le conceda de nuevo a la ley de derecho al voto la fuerza que debería tener», matizó Biden.
Por eso, insistió en que los demócratas deben «seguir luchando» para aprobar leyes que «expandan las protecciones al voto» y contrarresten las 14 leyes estatales aprobadas en todo el país y que limitan el sufragio de las minorías hispana y afroamericana.
Lo hizo a pesar de que, la semana pasada, la oposición republicana en el Senado bloqueara la consideración de un proyecto de ley respaldado por la Casa Blanca para responder a ese tipo de leyes estatales.
«Necesitamos más leyes para resguardar el corazón de nuestra democracia», recalcó Biden, y pidió a los estadounidenses que respalden esa batalla de su Gobierno porque, añadió, «la democracia está en juego».
El fallo del Supremo, con seis votos a favor y tres en contra, respalda en primer lugar una regla estatal de Arizona que estipula que los sufragios provisionales emitidos en un distrito equivocado sean desechados.
La segunda norma de Arizona sobre la que dictaminó el Supremo hace ilegal la entrega de votos por parte de terceros, una práctica que los republicanos denominan «cosecha de votos».
El año pasado, un tribunal federal de Apelaciones en San Francisco (California) había dictaminado que esas reglas de Arizona violaban la Ley de Derecho de Voto de 1965 porque afectan, de manera desproporcionada, a los grupos minoritarios.
La opinión del Supremo, según la cual esas reglas no violan la Ley de Derecho de Voto y no se adoptaron con el propósito de discriminar por razas, la respaldaron los seis jueces de tendencia conservadora del tribunal, mientras que los tres magistrados progresistas se opusieron a ella.
Los republicanos aseguran que pretenden frenar irregularidades con su ola de reformas electorales estatales, pero los demócratas creen que su verdadera meta es acabar con los controles que impidieron al expresidente Donald Trump revocar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020, en las que ganó Biden.