Brasilia, 6 julio.- La máxima autoridad sanitaria de Brasil autorizó este martes la realización de ensayos clínicos en el país, uno de los más castigados por la pandemia, con la potencial vacuna contra la covid-19 desarrollada por el laboratorio francés Sanofi Pasteur.
El estudio clínico comprenderá «la fase 1/2» y «debe involucrar a 150 voluntarios» en los estados brasileños de Bahía, Minas Gerais, Mato Grosso do Sul y Río de Janeiro, según informó en una nota la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa).
De esta forma, Brasil se suma a Estados Unidos, Honduras y Australia, como los países en los que tendrán lugar los experimentos de fase 1/2 del fármaco, en cuya fabricación también participan las empresas Translate Bio, de EE.UU., y Evonik Canada Inc, de Canadá.
El objetivo de los test será «definir la dosis ideal» a administrar del inmunizante «antes de proseguir a los estudios de la fase 3», de acuerdo con Anvisa.
En este sentido, el ensayo prevé la aplicación de dos dosis de la vacuna candidata con un intervalo de 21 días entre cada una de ellas.
El fármaco utiliza la tecnología del RNA mensajero, usada por otras vacunas contra la covid-19 ya aplicadas, como las de Pfizer/BioNTech y Moderna, encapsulado dentro de una «nanopartícula lipídica» que protege al mRNA de la degradación.
Brasil se convirtió durante esta pandemia, que ya ha matado en el país a más de 525.000 personas e infectado a casi 19 millones, en un laboratorio mundial de pruebas de vacunas debido a la altísima incidencia del coronavirus en su territorio.
Algunos de los inmunizantes que fueron probados entonces se aplican actualmente a la población brasileña, como los de Pfizer/BioNTech, AstraZeneca/Oxford, Sinovac y Johnson & Johnson.
La campaña de inmunización nacional comenzó el pasado 17 de enero y desde entonces ha avanzado a un ritmo muy lento debido a la escasez de dosis y materias primas para su fabricación, y a la alta demanda internacional.
Según datos oficiales, alrededor de un tercio de los brasileños han recibido la primera de las dosis que requieren la gran mayoría de las vacunas, pero tan solo un 13 % tiene la pauta completa.