París, 8 julio.- Francia desaconseja a sus ciudadanos ir de vacaciones a España y Portugal, dos de sus principales destinos turísticos, porque considera que han sido imprudentes en la desescalada y eso ha causado la explosión de casos que están sufriendo ahora.
El secretario de Estado de Asuntos Europeos, Clément Beaune, fue el encargado este jueves de lanzar el mensaje: «los que todavía no han reservado, eviten España y Portugal en sus destinos. Es un consejo de prudencia, una recomendación en la que insisto».
«Más vale quedarse en Francia o ir a otros países», añadió en una entrevista en la televisión France 2 en la que también avanzó que en los próximos días van a estudiar la aplicación de «un reforzamiento de las medidas» sobre los viajes.
Eso debería suceder el lunes, cuando el presidente, Emmanuel Macron, reúne un nuevo Consejo de Defensa sobre la pandemia que evaluará si hay que cambiar la calificación de riesgo epidémico que atribuye a los países.
España y Portugal, como todos los demás países de la Unión Europea, están en verde, es decir que a los viajeros procedentes de allí se les pide el certificado sanitario europeo, lo que significa una prueba de estar vacunado, de haber superado la enfermedad o un test negativo.
A los procedentes de países en naranja o en rojo se les impide el acceso a Francia si no están vacunados e incluso se les imponen cuarentenas, lo que en la práctica impide los desplazamientos turísticos.
Beune contó que siguen de cerca la situación de Portugal y España porque el número de casos allí se ha disparado, y en particular de Cataluña, «adonde muchos franceses van de fiesta. Atención, mucha prudencia».
En los últimos días, televisiones, radios y periódicos han prestado mucha atención a la multiplicación de contagios entre jóvenes que habían participado en fiestas y a la decisión de la Generalitat de cerrar el ocio nocturno y no han dejado de preguntar a expertos sobre la conveniencia de cerrar las fronteras.
En Francia las discotecas solo podrán abrir a partir de este viernes y «con reglas muy estrictas», como quiso volver a insistir hoy el portavoz del Gobierno, Gabriel Attal, que recordó que será imperativo para los clientes tener un certificado sanitario y que habrá cierres administrativos para las que incumplan.
La patronal del sector ha estimado que un 75 % de las discotecas no abrirán porque con la dureza del dispositivo no les compensa.
Preguntado sobre si algunos países europeos habían llevado a cabo una desescalada demasiado rápida para salvar la temporada turística, el secretario de Estado de Asuntos Europeos respondió: «Eso me temo. Por eso hemos sido extremadamente claros con nuestros socios europeos sobre el hecho de que hace falta un control en las entradas».
También reprochó a España haber permitido la llegada de turistas de países extraeuropeos con certificados de vacunas que no han sido validadas por la Agencia Europea del Medicamento (AME).
Unas divergencias de puntos de vista y unos reproches que podrán ponerse sobre el tapete en la entrevista que está programada en Madrid este viernes entre los jefes de la diplomacia de los dos países, Jean-Yves Le Drian, y Arancha González Laya, que entre otros temas tienen en su agenda la gestión de la pandemia en la UE.
Al margen de las decisiones de restricción de viajes que pueda tomar el lunes, el Ejecutivo francés ya ha avanzado que se van a aumentar los controles, sobre todo por parte de las compañías aéreas, para verificar que se exige a los viajeros que tienen los certificados sanitarios necesarios.
Entre otras cosas porque se tiene constancia de fraudes y de que circulan test de covid falsificados.
Desde la semana pasada, los miembros del Gobierno repiten que hay un riesgo desde finales de julio de una cuarta oleada epidémica en Francia, a causa de la variante delta, que ya supone más del 40 % de los nuevos contagios.
De momento, ya se constata que el número medio diario de casos en la última semana ha aumentado un 50 % desde finales de junio, aunque sigue en un nivel relativamente bajo, con 2.766.