Managua, 16 julio.- El excomandante sandinista Luis Carrión Cruz, que salió de Nicaragua en medio de una ola de encarcelamientos contra dirigentes políticos opositores, pidió este viernes a la comunidad internacional enviar un «mensaje claro» al presidente Daniel Ortega sobre el «alto costo» de sostenerse en el poder y no respetar los derechos humanos.
«Necesitamos el acompañamiento efectivo de los países democráticos del mundo, que deben enviarle a Ortega el mensaje claro de que no puede salirse con las suyas sin pagar él, y su círculo más cercano, un alto costo político y económico», dijo Carrión, uno de los nueve comandantes de la revolución sandinista y antiguo compañero de lucha del mandatario, durante un foro virtual.
En la videoconferencia, titulada «¡Por una Nicaragua libre!. ¿Qué puede hacer la comunidad internacional?», convocada por la Unión Democrática Renovadora (Unamos), antiguo Movimiento Renovador Sandinista (MRS), el excomandante criticó que Ortega -quien es señalado por la oposición y organismos humanitarios de violar los derechos humanos y anular las elecciones libres-, se salga con las suyas.
«Ortega cree que puede salirse son las suyas impunemente. Está convencido de que la comunidad internacional no tiene los recursos o la voluntad para forzarlo a cambiar de posición», señaló.
Según Carrión, el mandatario apuesta a «que si logra mantener un férreo control sobre las protestas (callejeras) y las actividades opositoras, el interés de muchos países (sobre Nicaragua) se irá desvaneciendo, para ir pasando de una indiferencia benigna primero y a una aceptación de los hechos después».
El eurodiputado del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) Nacho Sánchez Amor, y la coordinadora ejecutiva de Cátedra Centroamericana de la Universidad de Chile, María Inés Ruiz, coincidieron en que el tema de Nicaragua debe pasar por «dar a conocer las evidencias (de violaciones de derechos humanos), y en que no hay atajos para la democracia».
APOYO DE PROGRESISTAS
Carrión, que se distanció del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) por las practicas autoritarias de ese colectivo que encabeza Ortega y ahora es dirigente de Unamos, recibió el apoyo de las fuerzas progresistas o de izquierda que participaron en el foro.
«El progresismo internacional está llamado a sumar esfuerzos, y a elevar todas estas denuncias, expresar mecanismos que le den acompañamiento», dijo el presidente de la Unión Internacional de Juventudes Socialistas, Jesús Tapia, sobre el apoyo externo que necesita Nicaragua.
«Tenemos que tener presencia y voz allí, y actuar en conjunto con los dos Gobiernos (de Argentina y México). Vale (también) escuchar otras voces que estén por fuera de la política y los partidos políticos», agregó el dirigente de Progresistas en Red, Marcelo Ferreira.
La crisis de Nicaragua inició el 18 de abril de 2018 cuando estalló una revuelta popular por unas controvertidas reformas a la seguridad social y que luego se convirtieron en una exigencia de renuncia del presidente Ortega, debido a que respondió con la fuerza.
La misma vive momentos de tensión con el arresto de dirigentes opositores, incluido seis aspirantes a la presidencia, cuando faltan menos de cuatro meses para las elecciones generales, en las que Ortega busca extender por cinco años más un poder que recuperó en 2007.
Carrión optó por el exilio en junio pasado en medio de la ola de arrestos que llevó prisión a seis dirigentes de Unamos, incluida su presidenta, Suyen Barahona, y los exguerrilleros sandinistas Dora María Téllez, Hugo Torres y el exvicecanciller Víctor Hugo Tinoco.
El excomandante fue uno de los principales dirigentes que lideraron la insurrección sandinista que el 19 de julio de 1979 derrocó con las armas la dictadura de Anastasio Somoza Debayle.
