Bangkok, 18 julio de 2021.- La Policía tailandesa utilizó este domingo cañones de agua, gases lacrimógenos y munición de goma contra los manifestantes, muchos de ellos estudiantes, que protestaban contra la gestión de la covid-19 del Gobierno del primer ministro, Prayut Chan-ocha.
La organización Free Youth, convocante de la protesta, publicó fotos en su página de Facebook en las que se ven los chorros de agua contra los manifestantes y una persona alcanzada supuestamente por un proyectil de goma en Bangkok.
Los manifestantes, que desde el año pasado piden reformas democráticas en el país, desafiaron la prohibición de las manifestaciones impuesta debido a la covid-19.
Con una marcha desde el Monumento a la Democracia hasta la sede del Gobierno, los asistentes exigieron la dimisión de Prayut, a quien culpan del empeoramiento de la pandemia en el país, que acumula más de 392.000 contagios y 3.240 muertos, la mayoría producidos desde el pasado abril.
Entre julio y diciembre del año pasado, estudiantes, trabajadores y diferentes colectivos, incluidos grupos LGTBI, protagonizaron una ola de manifestaciones, algunas de ellas multitudinarias, para pedir la dimisión del primer ministro y reformas democráticas.
Tras una paréntesis de varios meses, retomaron en junio las protestas, que tienen el objetivo de reducir el poder de los militares, que han tomado el poder en 13 golpes de Estado desde el fin de la monarquía absoluta en 1932, y de la monarquía, considerada aliada a la élite promilitar.
Exigen en este sentido la redacción de una nueva Constitución -ya que la actual fue escrita por la extinta junta militar (2014-2019)-, y que se elimine la elección a dedo de los 250 miembros del Senado para que sean elegido en las urnas.
LA DEMANDA MÁS AUDAZ
La demanda más audaz y controvertida es la reforma de la monarquía y la anulación del artículo 112 del Código Penal, más conocido como la ley de lesa majestad, que castiga con entre 3 y 15 años de prisión las críticas a la monarquía.
Muchos líderes de las protestas, como Jatupat «Pai Dao Din» Boonpattararaksa, Anon Nampa, Parit «Penguin» Chiwarak y Panusaya «Rung» Sithijirawattanakul, están acusados de varios cargos de lesa majestad y otros delitos como el de sedición.
El último golpe de Estado fue liderado por Prayut, quien gobernó con una junta militar hasta las elecciones de 2019, tras las que renovó como primer ministro al recibir la mayoría de los votos del Parlamento.
Los comicios fueron criticados por la oposición y algunos observadores, que los calificaron de poco transparentes.
El rey Vajiralongkorn, que ascendió al trono en 2016, no ha heredado el carisma ni el respeto que suscitaba su padre, el venerado Bhumibol Adulyadej, y su estilo de vida ha provocado numerosas polémicas, censuradas por la prensa local.