Lisboa, 19 agosto de 2021.- El incendio forestal que se declaró el miércoles en el municipio de Odemira, en el sur de Portugal, fue controlado este jueves, tras arrasar más de un millar de hectáreas.
El comandante de Protección Civil José Guilherme Marcos explicó en rueda de prensa que el fuego fue dado como dominado a las 18.40 hora local (17.40 GMT), aunque se mantendrá desplegado en el terreno un dispositivo para terminar las labores de extinción.
«Todavía hay mucho trabajo por delante», dijo el comandante, que detalló que permanecen en la zona afectada 677 bomberos, 224 vehículos terrestres y un medio aéreo, y que se prevé que el aumento de la humedad durante la noche favorezca los trabajos pendientes.
Las primeras estimaciones apuntan a que el fuego arrasó 1.100 hectáreas y alcanzó un perímetro de 20 kilómetros de longitud, aunque «tenía potencial de quemar 6.000 hectáreas», desveló.
Las elevadas temperaturas y el viento, así como la propia topografía de la zona, montañosa y plagada de recovecos de difícil acceso, complicaron los trabajos durante el último día para conseguir apagar el fuego, que no ha dejado víctimas.
Un civil resultó herido con quemaduras graves en el 40 % del cuerpo y permanece hospitalizado, precisó Marcos, que añadió que no hubo heridos graves entre los bomberos y el resto de efectivos que participaron en el combate a las llamas.
Las autoridades van a mantener cerradas a vehículos civiles dos vías, la nacional N266 y un camino municipal.
Dos decenas de personas fueron evacuadas por precaución, pero empezaron a volver a sus viviendas a mediodía de este jueves.
El de Odemira es el segundo gran incendio que sufre el sur de Portugal esta semana, después del que arrasó 6.700 hectáreas en los municipios de Castro Marim, Tavira y Vila Real de Santo António, junto a la frontera con la provincia española de Huelva.
Portugal se mantiene en situación de alerta por elevado riesgo de incendio hasta el final de hoy, una medida que afecta a 14 de los 18 distritos de norte a sur del país.
La alerta supone un refuerzo de la movilización de agentes de vigilancia, patrullas para disuadir de comportamientos de riesgo y equipos de apoyo a las operaciones de protección y socorro, para aumentar la rapidez de respuesta.