Jerusalén, 20 de septiembre de 2021.- La población judía de Israel comenzó hoy a celebrar la festividad de Sucot, o de Los Tabernáculos, que se extiende durante una semana y durante la cual muchas familias comen y hasta duermen en pequeñas cabañas construidas para la ocasión y cubiertas de hojas de palma.
Terminado el ayuno del Yom Kipur (Día del Perdón) el jueves de la semana pasada, las familias se pusieron manos a la obra y comenzaron la construcción de su sucá: una cabaña rudimentaria, con paredes generalmente de madera y techo de palma.
Algunos las construyen en sus patios o terrazas, otros en sus balcones y hasta en la calle, y las hay desde muy pequeñas para familias reducidas hasta muy grandes para grupos numerosos.
Debido a que muchos comerán durante la próxima semana dentro de la sucá, muchos comercios gastronómicos construyen sus propias cabañas al aire libre para ofrecer a quienes respeten la tradición la posibilidad de hacerlo allí sin necesidad de llevar la comida a sus hogares.
Así, durante los próximos siete días los judíos israelíes recordarán la travesía por el desierto hacia la tierra prometida tras escapar de la esclavitud en Egipto. Durante ese camino, indica la tradición, dormían en precarias construcciones, similares a las que construyen cada año para estas fechas.
A diferencia de las celebraciones del año pasado, afectadas por la pandemia de covid-19 y en el marco de un confinamiento casi total, en esta ocasión los fieles podrán celebrar Sucot con normalidad.
Tras el mal trago del año 2020, en el que se multaba con 500 shéqueles (unos 130 euros) a quienes visitaran la sucá de una persona con la que no conviviera o que no perteneciera a su familia nuclear, este año volverán las tradiciones que convierten esta fiesta en la de la hospitalidad.
Esta festividad coincide con una progresiva merma en la cantidad de contagios de coronavirus en el país, que con 6.491 nuevos casos registró hoy el índice de positividad más bajo del último mes (5.17%).
Si bien la situación es aún delicada y 708 pacientes se encuentran en estado grave, el rápido avance de la tercera dosis de la vacuna, administrada ya a cerca del 30% de la población, ha contribuido ha combatir la actual cuarta oleada casi sin restricciones.