Saná, 9 octubre de 2021.- Cinco años después de que un ataque aéreo de la coalición militar liderada por Arabia Saudí contra un funeral civil matara a más de 150 personas en la capital yemení Saná, los familiares de las víctimas siguen esperando que se haga justicia y celebraron este sábado una ceremonia en recuerdo de los fallecidos.
La joven de 27 años Amani al Rowaishan perdió a su marido y otros 20 familiares en ese funeral en el que estaban despidiendo a su abuelo, el líder tribal Ali bin Ali al Rowaishan.
«Es inolvidable y espantoso» lo que sucedió aquel día, dijo a Efe la mujer, madre de una niña de seis años que es hija del fallecido, durante la vigilia organizada en memoria de las víctimas, un total de 155 muertos y más de 900 heridos.
«Tardé más de un año para superar ese trauma», agregó, señalando que todavía espera a que se haga justicia y que cuando ocurra será «el día más feliz» de su vida.
Sin embargo, hay pocas expectativas de que la coalición capitaneada por Riad sea castigada por ese bombardeo contra civiles que, la propia comandancia militar admitió que fue lanzado por «error» en base a información de un oficial del Ejército yemení leal al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi.
El mandatario fue expulsado de Saná por los rebeldes hutíes en 2015 y se encuentra actualmente exiliado en Arabia Saudí, mientras que el movimiento chií sigue controlando la capital, que precisamente es blanco de bombardeos por este motivo.
Un día como hoy hace cinco años, en la sala donde se celebraba el funeral, se encontraban exponentes de los rebeldes, tanto civiles como militares, y el alcalde de Saná Abdulqader Hilal, que perdió la vida.
Yumna Abu Talib tenía 16 años entonces y perdió a su padre en el ataque. Ahora está estudiando Derecho en la Universidad de Saná para poder tomar algún día acciones legales contra la coalición árabe, que interviene en el Yemen desde marzo de 2015 y que ha atacado repetidamente objetivos civiles.
«Pedimos justicia y que los criminales sean castigados», afirmó a Efe, criticando que la comunidad internacional y la ONU no han hecho nada para que los tratados y normas de conducta en un conflicto se apliquen en el Yemen.
«No deberían ser sólo tinta sobre el papel», lamentó, al igual que las organizaciones de derechos humanos han denunciado que la alianza militar ha atacado deliberadamente en los pasados cinco años y medio escuelas, hospitales y objetivos civiles.
La sala de ceremonias bombardeada ha quedado intacta hasta día de hoy, con coches carbonizados a la entrada, escombros y otros restos que recuerdan la matanza de hace medio lustro.
La guerra del Yemen comenzó a finales de 2014 y, además de las miles de víctimas civiles, ha causado en el país árabe la peor crisis humanitaria del planeta, según Naciones Unidas.
Jaled Abdalá
EFE