Redacción Análisis Urbano
El asesinato de las mochileras Marina Menegazzo y María José Coni inspiró una serie de reflexionas frente al papel de las mujeres que viajan solas y los peligros a los que las somete la sociedad, por no estar “acompañadas”.
Algunas mujeres no sólo viajan solas, también salen solas, comen solas, salen solas, se sostienen solas, y en general viven sus vidas solas. El mundo, hay que decirlo, les ha tocado más difícil. Aquí una reflexión de golpes contra la pared, de una periodista para la que el #viajosola es una de sus banderas.
A continuación presentamos el artículo que fue tomado de la Revista Anfibia.
El crimen de Mariana y María José en Ecuador
#ViajoSola : Golpes contra la pared
Por Andrea Aldana
A los siete años, el papá de la cronista Andrea Aldana le enseñó cómo pelear. “Vas a aprender a defenderte porque este mundo lo vas tener que viajar sola”, le dijo. A partir de ese momento, si un hombre le enseña el pene o la toca los persigue y trata, explosiva, de alcanzarlos: sólo piensa en pegarles. Nunca lo logra, pero si puede les tira alguna piedra.
—Aprieta el puño. Tienes que cerrarlo duro, fuerte, tensionado; si no lo tensionas bien, el golpe te va a doler más a tique a él. Después, la mano empuñada la inclinas un poco hacia abajo de manera que los nudillos queden alineados con la muñeca, y ¡zas!, directo a la nariz. Así; sin miedo. Él va a intentar agarrarse la nariz y cuando lo haga: ¡pum!, una patada en lo huevos, y ahí queda. Te va a costar, pero vas a tener que apretar el corazón tanto como la mano, y partirle la cara a tu hermano si el hijo de puta te vuelve a pegar. El pendejo ese es más grande que tú y tiene más fuerza, tienes que aprender a defenderte porque yo no voy a estar acá siempre. Aunque me parta el alma saber que se pelean. Continuar leyendo aquí
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