Río de Janeiro, 19 de octubre de 2021.- La neutralización de las emisiones de gases contaminantes no es una prioridad para América Latina debido a que la región considera que sus emisiones de carbono son bajas con respecto a las de otras regiones, según un estudio divulgado este martes por la calificadora de riesgos Moody’s.
De acuerdo con el estudio, el objetivo de reducir a cero las emisiones netas de carbono, es decir, de disminuir las emisiones propias y compensar las inevitables con acciones de mitigación, tiene una baja prioridad en la agenda de los legisladores o de los gobiernos de América Latina en general.
Tanto Parlamentos como Gobiernos consideran que otros desafíos de la región son prioritarios debido «a que las emisiones de gases causantes del efecto invernadero de la región son relativamente bajas en comparación con las de otras regiones», asegura Moody’s.
La única excepción es Chile, en donde ya está en discusión un proyecto le ley para implantar un marco legal para regular la transición de carbono hacia una economía más sustentable.
De acuerdo con la calificadora, independiente de la implementación de políticas o legislaciones para buscar una neutralización de las emisiones, los sectores que saben que serán los más afectados por la transición de carbono en América Latina vienen tomando la iniciativa de implementar sus propias medidas de compensación.
«Aunque la mayoría de las principales economías de la región no tienen objetivos definidos para la reducción gradual de sus emisiones debido a que otras políticas toman prioridad, como lo es la reactivación del crecimiento, varias industrias ya están tomando acciones independientemente de cualquier mandato que se emita al nivel nacional sobre cero emisiones netas de carbono», asegura la calificadora.
Además, la mayoría de los emisores latinoamericanos de los sectores considerados como de alto riesgo para la transición de carbono tienen menos exposición que sus pares de otras regiones debido a que ya cuentan con una elevada proporción de uso de energías renovables, así como estrategias de mitigación y diversificación de producto.
«Las compañías de metales y mineras de la región tienen niveles manejables de exposición a la transición de carbono debido a que algunas producen ‘metales verdes’ que ayudarán a compensar sus niveles brutos de emisión», explicó Gersan Zurita, uno de los vicepresidentes sénior de Moody’s y coautor del informe, citado en un comunicado de la calificadora.
De acuerdo con Zurita, las compañías de servicios públicos tienen una exposición a la transición de carbono que puede variar de elevada a moderada, ya que la electricidad es un contribuyente importante de las emisiones de la región, «pero existe una importante generación de energía renovable en América Latina que ayuda a mantener las emisiones en niveles relativamente bajos».
Para Nymia Almeida, igualmente vicepresidente sénior de Moody’s y coautora del estudio, las empresas del sector de petróleo y gas de la región tardarán más en neutralizar sus emisiones que las compañías de otras regiones debido a que «las petroleras paraestatales han tardado en dirigir sus esfuerzos a la reducción de emisiones».
Según el estudio, hay que destacar que las compañías de papel y de celulosa, así como las de proteína (principalmente cárnicas), han fortalecido sus estándares ambientales, aunque continuarán enfrentando desafíos conforme la presión por avanzar en la transición se intensifique globalmente».
En cuanto a las instituciones financieras, pese a que sus riesgos ambientales son relativamente bajos, las reglas establecidas por los reguladores bancarios están cambiando y vienen dando mayor relevancia a los llamados aspectos ambientales, sociales y de gobierno (ASG).
EFE