Buenos Aires, 22 de octubre de 2021.- La emblemática organización de derechos humanos argentina Abuelas de Plaza de Mayo celebró este viernes su 44 aniversario con la campaña «Florece Identidad», con la que busca visibilizar la búsqueda de los cerca de 300 nietos y nietas, niños apropiados por la última dictadura cívico-militar (1976-1983), que faltan por encontrar.
En esta ocasión, la entidad presidida por Estela de Carlotto invitó a toda la ciudadanía, instituciones, organizaciones de la sociedad civil y a la comunidad educativa a crear «pétalos de diversos tamaños, formas y colores», para construir flores que «nos inviten a pensar quiénes somos, de dónde venimos, qué hacemos y hacia dónde vamos».
Un sentido compartido por la iniciativa «Argentina Unida Te Busca», un plan impulsado este viernes por la Secretaría de Derechos Humanos y que pretende expandir la búsqueda de nietos por todo el territorio nacional, mediante la combinación de una campaña de sensibilización en cada rincón del país y la capacitación de profesionales sobre cuestiones de identidad.
Todo con el objetivo de mantener la «lucha permanente» de Abuelas de Plaza de Mayo por la memoria, la verdad y la justicia, tras un régimen que provocó la desaparición de 30.000 personas, según estimaciones de los organismos de derechos humanos.
«Faltan 300 nietos por encontrar, faltan muchos detalles de los que fueron asesinados y hay mucho para juzgar todavía. Ahora estamos trabajando con la Justicia de todo el país para la condena de los responsables de estos crímenes aberrantes», cuenta a Efe por teléfono De Carlotto, quien también cumplió 91 años este viernes.
UNA BÚSQUEDA DIFICULTADA POR LA PANDEMIA
En sus más de cuarenta años de historia, Abuelas de Plaza de Mayo ha restaurado la identidad de 130 nietos y nietas desaparecidos en la dictadura, el último de ellos Javier Matías Darroux Mijalchuk, restituido el pasado 13 de junio de 2019.
Desde entonces, la asociación de derechos humanos ha continuado sus trabajos de búsqueda sin descanso, incluso en medio de una pandemia que, según reconoce De Carlotto, «ha frenado mucho la movilización de la gente».
«Por ahí quizás hay alguno que quiere saber, pero no ha podido hacerlo en razón de que no pueden estar en forma presencial», señala la presidenta de la entidad, agregando que todo aquel que solicitó información fue «atendido y aconsejado» debidamente.
En este sentido, la organización continúa sus trabajos técnicos de forma virtual y festejará su 44º aniversario con un acto «muy íntimo» en la Casa por la Identidad, antigua sede de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) de Buenos Aires, el mayor centro de detención clandestino de la dictadura.
«Siempre hay que estar con el optimismo de celebrar, existir y poder seguir buscando», asegura De Carlotto.
PEDIDOS DE MOVILIZACIÓN
Cuatro décadas después del terrorismo de Estado, todavía hay personas que tienen información sobre las desapariciones, pero que por miedos o dudas nunca se decidieron a hablar: por eso Abuelas de Plaza de Mayo lanzó la campaña «Florece Identidad», para animarles a dar un paso necesario para la recomposición de cientos de familias.
«Todo eso que se sabe, y que todavía no se ha dicho, le rogamos a la sociedad que nos lo diga anónimamente. No necesitamos saber quién lo dice, sino lo que nos dice», exclama la responsable de la asociación.
Unos llamados a la movilización que también están dirigidos a aquellos niños y niñas, hoy adultos de más de 40 años, que tengan dudas sobre sus orígenes familiares.
«Si tienen dudas, que se acerquen, que les espera el respeto, una cosa muy cuidada, de que no trascienda, de que no ofenda. Las Abuelas tenemos ya 44 años de experiencia y nuestra actitud es siempre desde el amor, nunca de otra forma», manifiesta con dulzura De Carlotto.
EL «CAMINO DE LA VERDAD»
De Carlotto tiene la idea de «seguir siendo presidenta de la institución», siempre y cuando la salud se lo permita, porque la voluntad «dirige al cuerpo para donde puede y quiere ir».
Una voluntad, tanto la suya como la del resto de abuelas, que es firme e inamovible: «No vamos a parar, vamos a seguir respetuosamente y con lo que se pueda abriendo el camino de la verdad».
«Los familiares no olvidamos, no hay rencor ni odio, sino mucho amor y perseverancia de recuperar todo lo posible y rápidamente, con la ayuda del Estado y de la sociedad, de lo que ha sucedido durante esa nefasta etapa que fue la dictadura cívico-militar», concluye.
Javier Castro Bugarín
EFE